En el último mes los percances crecieron notablemente respecto de 2005

Alarma la cantidad de accidentes de tránsito en vacaciones

Un especialista explica por qué aumentan los siniestros en las rutas. El año pasado hubo 7.137 víctimas fatales

María Laura Favarel / La Capital

Los accidentes de tránsito se encuentran en una espiral ascendente que parece no tener tope. En este último mes, aunque aún no hay cifras oficiales, las desgracias se multiplicaron respecto del año pasado, indicaron autoridades del Instituto de Seguridad y Educación Vial (Isev). Las rutas parecen ser el nuevo escenario de muerte, en el supuesto marco de tranquilidad que ofrecen las vacaciones. El doctor Osvaldo Aymo, especialista en accidentología explicó a La Capital cuáles son las pautas que debería asumir el Estado y también cada conductor para terminar con esta epidemia silenciosa que se cobra cada vez más vidas. En ese sentido, señaló que es posible poner en práctica pautas básicas para viajar seguros y sin temores.

Ante la alarma por tantos accidentes, funcionarios y personas vinculadas al Sistema de Nacional de Seguridad Vial elaboraron el Plan Nacional de Seguridad Vial, que prevé la realización de acciones que entrarían en vigencia desde este año hasta el 2009. Ahora se espera que lleguen los recursos para realizarlo para que no quede sólo en una buena idea.


Hay que frenar
¿A qué se debe este aumento sostenido de tragedias en el tránsito? ¿A la falta de aplicación de la ley? ¿Al estado de las rutas? ¿Al modo de conducir de los argentinos? Aymo explica que todos estos elementos se combinan. "No se puede dar una solución simple a un problema complejo", enfatizó.

Existen experiencias más que satisfactorias en Europa donde se lograron reducir drásticamente las cifras de accidentados. Eso fue el resultado de más de 30 años de trabajo serio y sostenido. "En Argentina se realizaron acciones represivas pero no existe un programa de trabajo donde todas las partes se comprometan", argumentó el médico.

Las cifras ayudan a comprender la dimensión del problema. El año pasado murieron en el país 7.137 personas en accidentes de tránsito, de las cuales 627 pertenecen a la provincia de Santa Fe. Con respecto al 2005, la cantidad de accidentes aumentó el 33% y los gastos ascendieron a un 27%. Hoy la Argentina gasta por año entre un 2 y 3% del PBI en costos directos e indirectos en accidentes de tránsito. En Estados Unidos se estableció que por cada dólar que se invierte en prevención de accidentes se recuperan 1.000.

Algunas rasgos que se repiten frecuentemente en los siniestros permiten analizar cuál es el modo de conducir de los argentinos, según el Isev:

u Durante 2003 el 47,5% de los muertos eran personas menores de 30 años. En la franja etárea que abarca del año de vida a los 35 la gente no se muere de otra cosa más frecuente que en los accidentes.

u 7 de cada 10 muertos eran de sexo masculino. El factor de riesgo más importante para morir en un accidente es ser varón. Del 70% de los muertos en este grupo etáreo de 15 a 24 años, el 82% son varones.

u Las muertes son mayores en ruta. Si bien 6 de cada 10 accidentes se produjeron en zonas urbanas, de cada 10 muertos, 6 se fueron por accidentes en ruta.

u Tres de cada diez accidentes implican a un solo vehículo.

u El domingo es el día de la semana donde se producen la mayor cantidad de accidentes (21,8%).


Estrategia exitosa
Osvaldo Aymo propone seguir la estrategia de trabajo de los países europeos, sostenida en tres aspectos: la planificación urbana, la legislación y la educación vial.

El especialista destacó que hay que pensar a largo plazo en las localidades donde se levantan las grandes vías. De esta manera se evitarían obras como la que se hizo en Las Parejas, donde se construyó una ruta de alto tránsito con la escuela de un lado, y el pueblo enfrente. Allí, cada día 450 chicos cruzan esa vía. "No basta poner semáforos, lomas de burro o puentes peatonales que nadie usa", objetó.

En materia de legislación, el especialista insistió en la necesidad de que se efectúe un estricto control "sin coimas". En ese sentido, consideró "necesario que nos convenzamos de que el control de alcoholemia es defender la vida y la coima es arriesgar la vida de ese conductor y el de la comunidad".

Por otra parte, "educación vial no es aprender las señales de tránsito. Ahora más que nunca es indispensable que adquiramos una conducta vial diferente", afirmó el especialista. Por eso sugiere incorporar a los padres en la educación que reciben los niños en las escuelas.

En este momento, desde la comisión de salud del Senado de la provincia de Santa Fe se está armando un libro de educación vial donde se explican claramente los tres componentes de riesgo que inciden en un accidente: el lugar, las circunstancias y el factor humano.

Al respecto, Aymo la necesidad de contar con una política de Estado con los recursos suficientes. "Si la estrategia que se emplea no se hace a largo plazo y de manera consecuente es inviable y seguiremos poniendo parches", concluyó.

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