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domingo,
29 de
enero de
2006 |
Yo creo: "Alguna vez
se tenía que
dar la lógica"
U. G. Mauro / Escenario
Resulta que en un antes bastante preciso, lo under era eso subterráneo y eso, a su vez, casi automáticamente otorgaba patente de vanguardista, transgresor, "progre", alternativo. Positivo, bah. Lo under le dejaba la pelota picando en el área chica a cualquier fascista para que macarteara -argentinismo setentista que remite a la "caza de brujas" del senador McCarthy- tranquilo y, como corresponde, cualquier cosa es buena si molesta a un fascista. Siguiendo con terminologías de los 70, ¿lo under hizo "entrismo", logró infiltrarse en la TV o en realidad fue absorbido por esta? Quien alcanza una notable capacidad para improvisar cosas de calidad, ¿lo sigue haciendo siempre o a la larga "la gola se va y la fama es puro cuento"? Alfredo Casero viene del under, es un tipo brillante y lo demostró desde el absurdo y la improvisación que practicó en los comienzos de su carrera. Y ni hablar de la gran seriedad y calidad que ofrece cuando se propone actuar en lo dramático o hacer música, pero aunque el primero y único programa de "A todo culorr" tuvo algunos aciertos, lo perdió la improvisación pura. Pero ese no es el problema. Durante las grabaciones, y en los días previos a la salida al aire ¿nadie se percató de que la cosa no andaba, de que no se oía ni siquiera la risa establecida en el convenio laboral de los camarógrafos o la de los adulones?. Atenti pebeta: un control de calidad en esto, huele a censura y el artista tendrá su buena parte de responsabilidad por el fracaso de la propuesta, pero también es cierto que, por respeto, el canal no puede someter a la audiencia al muy argentino y perfectamente posible criterio del "¡ma si, dale pa'delante que despué vemo" y poner el programa en el aire con promoción, bombos y platillos para después dejar a artistas y público en la palmera. El ciclo "A todo culorr" no está más. Se habló de un segundo programa pero nada está confirmado. El levantamiento habría obedecido al bajo rating obtenido y aunque a muchos, especialmente en los canales, les importe poco, por una vez se habría dado una ecuación lógica, según la cual a poca calidad debe corresponderle poca audiencia, lástima que en algunos medios se desee exactamente y con énfasis todo lo contrario.
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