Los nichos del turismo

Los beneficios económicos del turismo en Argentina han dejado de ser una utopía. Según la Secretaría de Turismo de la Nación, para este año las inversiones en hoteles se calculan en $1.400 millones, un 207% más que el año pasado. Se están construyendo más de 200 hoteles en todo el país, mientras que en la década que va de 1991 a 2001 sólo se construyeron 45. El turismo representa el 7,5% de la economía argentina, genera el 8% del empleo y es la tercera industria exportadora.

Aunque los números sean impresionantes se puede avanzar al mismo ritmo por varios años. Existe mucho espacio para crear y mejorar infraestructura, al tiempo que líneas de negocio vinculadas al turismo aún están escasamente explotadas en el país:

Hoteles temáticos. Especialmente para ciudades "sin playas ni nieve" (como Buenos Aires o Rosario), el turismo cultural y dentro de él los hoteles temáticos, cumplen un papel destacado. En Memphis, cuna de Elvis Presley, es posible alojarse en el Elvis Hearbreak Hotel, con suites ambientadas en el estilo del rock de los 50. ¿Sería tan difícil crear un Hotel Che Guevara en su ciudad natal? Garantizo visitantes del mundo entero. En Madrid uno puede alojarse en el Hotel Lope de Vega, cuyas habitaciones tienen el nombre de cada una de las amantes del famoso dramaturgo ¿Es demasiado pensar en Rosario un hotel dedicado a Berni, el artista latinoamericano más cotizado del mundo? La magia y la leyenda de Pichincha están por provocar algo así. Pronto abrirá sus puertas un hotel "boutique", ambientado en uno de los viejos prostíbulos del barrio.

Hostels. Hace cinco años no había ni uno sólo en la ciudad. Hoy funcionan: La Casona de Don Jaime, Rosario Inn, Rosario Hostel, Hostel de Pichincha y Río Brown. Seguramente abrirán más. Los hostels son alojamientos económicos para jóvenes (mayoritariamente americanos o europeos), que recorren el mundo como mochileros. El circuito económico que crearon no es despreciable y poner un hostel no requiere mucho dinero. La promoción es gratuita y se da a través de las redes de información que existen para este tipo de viajeros.

Turismo rural. Aún poco explotado en la región, a pesar de ser una zona agropecuaria central. Incluye tanto la tradicional estancia como los paseos y alojamientos en modernos establecimientos agropecuarios. En la pampa gringa ya hemos comenzado a atraer norteamericanos o neozelandeses interesados en conocer in situ las modernas técnicas de producción de campos y tambos. Hay espacio también para propuestas aún más innovadoras, como las exploradas por los uruguayos, que mixturaron la cultura y los escenarios rurales en el Festival de Jazz de Lapataia. Desarrollado en un tambo, se transformó en un imán para viajeros del mundo.

Ecoturismo y aventura. Muy desarrollado en los destinos turísticos tradicionales, encuentra también un espacio en la región. Desde el buceo en las lagunas negras de las islas (Daniel Perea es el pionero en esto), hasta las renovadas Cabañas de la Isla de Martín Garrone, que vende sus servicios en Buenos Aires y el interior. El aprendió la tarea no menor de dotar de infraestructura y posibilidades de realizar actividades como cabalgatas, avistaje de fauna y pesca entre otros.Salir por el Charigüé para ver el perfil urbano de Rosario totalmente iluminado, es una experiencia fascinante. ¿Cómo no lo ofrecimos antes?

E.R.