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domingo,
29 de
enero de
2006 |
Amando a Maradona
El pasado lunes 23 de enero me dirigí, junto con mi hijo, al cine Monumental para ver la película “Amando a Maradona”. La empleada de la boletería me dijo que no podía acceder porque la película se mostraba en la sala Nº 9 ubicada en el primer piso, al que sólo se puede acceder por escaleras. Imposible ingresar con la silla de ruedas de mi hijo. Pregunté por un ascensor para llegar al lugar. “No hay”, me respondieron amablemente. Resultado: terminamos viendo una película cualquiera, en una sala de planta baja. Eso sí, sin ocupar butaca ya que éstas están reservadas únicamente para quienes pueden movilizarse por sus propios medios. Me pregunto: cuando la Municipalidad habilitó este cine, ¿pensó en las personas con discapacidad? Cien mil rosarinos deambulan por esta ciudad como parias sin poder acceder al transporte público de pasajeros, a restaurantes, escuelas, salas de espectáculos, oficinas públicas, polideportivos, etcétera. Mientras tanto, los funcionarios municipales responsables de esta situación, ¿dónde están?
Mario Oscar Buss
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