Alrededor de 140 policías coparon ayer a la mañana el barrio Tablada

Un megaoperativo con un saldo discreto

Se hicieron 17 allanamientos con cinco detenidos sin antecedentes. Se incautaron cuatro armas y una moto

Unos 140 efectivos de la Unidad Regional II, con la colaboración de diferentes direcciones de la policía santafesina, realizaron ayer un amplio operativo en el sector más conflictivo de barrio Tablada, en la zona sur de la ciudad. El objetivo era cumplir con 17 órdenes de allanamiento firmadas por dos jueces y el saldo fue cuatro mujeres y un hombre detenidos por tenencia ilegal de armas, el secuestro de esos artefactos, de una moto robada y de una cantidad no precisada de psicotrópicos. Sin embargo, al parecer en Tribunales el operativo no tuvo el éxito esperado.

  “Allanamos puntualmente los lugares supuestamente sindicados como el reino del terror”, graficó un pesquisa. La alusión viene a cuenta de los reclamos de vecinos de Tablada por reiterados episodios, la mayoría vinculados a venganzas y ajustes de cuentas entre maleantes que se disputan el control de la droga en la zona. La secuencia de violencia, de la cual vino dando cuenta La Capital, se reactivó cuando un joven delincuente del barrio fue víctima de una vendeta al parecer por una cuestión entre narcos.

  La zona donde se realizó lo que las autoridades policiales denominaron megaoperativo es la delimitada por las calles Ayacucho, bulevar Seguí, Grandoli y Uriburu. El operativo comenzó a las 7.30 con unos 140 efectivos y cien vehículos. Según fuentes policiales, no se produjeron incidentes entre los vecinos y las fuerzas de seguridad. Los efectivos fueron a cumplir con 17 órdenes de allanamientos por distintos delitos firmadas por los jueces de instrucción Nº 3 Luis María Caterina, y Correccional Nº 4, Graciela Sedda.

  Pero el saldo de la movida policial fue discreto: cuatro mujeres y un hombre fueron demorados porque en sus respectivas viviendas se encontraron armas de fuego de dudosa procedencia. “Las armas presentaban los guarismos adulterados y sus dueños no tenían un solo permiso para portarla”, dijo una fuente. Los fierros fueron encontrados en viviendas del pasaje Villar 57 y 139 y en Colón y Presidente Quintana. Se trata de dos revólveres calibre 38, un 22 y un 32.

  Según el portavoz, el dato quizás más interesantes es que uno de esos artefactos apareció en la casa de una familiar directa de Guillermo Torombolo Pérez, el joven líder de una pandilla muy conocida en Tablada, quien fue recientemente baleado por peleas con otros delincuentes del barrio. En ese marco, otro joven fue baleado una semana después en lo que se consideró un posible vuelto por el hecho anterior. Como sospechoso de este incidente fue detenido un menor de 16 años apodado Monedita. Y uno de los sitios requisados ayer fue la casa de la abuela de Monedita, donde no se encontró nada de valor para la Justicia.

  Los pesquisas también se llevaron secuestrada una moto Honda 100 presuntamente robada, ya que presentaba el número de chasis limado, y una cantidad no precisada de Rivotril encontrada en un quiosco de Necochea al 3900. En cuanto a los demorados (cuatro mujeres y un hombre, cuyas identidades no trascendieron) no aparecen vinculados a ningún delito grave, según dijo a La Capital una fuente judicial. La portación ilegal de armas es excarcelable cuando el acusado no tiene antecedentes. Por eso, ayer se esperaba que los arrestados fueran recuperando la libertad con el correr de las horas, y dos lo hicieron después del mediodía.

  Finalmente, una fuente tribunalicia indicó que los resultados del procedimiento no fueron de importancia para las causas judiciales abiertas. “Estas medidas (por el operativo) pueden ser positivas, pero deben ser preparadas con anticipación y meditación. Parece que esto se hizo a las apuradas”, admitió un funcionario.

Cuatro armas fueron halladas en los allanamientos.