Bomberos versus el Gran DT

Durante más de cuatro horas, Belgrano fue un barrio dominado por las llamas y las sirenas de los bomberos. Al menos desde las vías del ex ferrocarril Mitre hacia el noreste. Mientras los bomberos combatían el fuego y los efectivos de la GUM y la policía alejaban a los curiosos, las voces de reclamos de los vecinos resonaban una y otra vez. "Mirá cómo se rascan los de la GUM", dijo un veterano vecino mientras miraba a un par de efectivos municipales. El hombre estaba justo detrás de la planta de envasado de aceite de Río Negro al 6400 mientras ardía. Otro le contestó: "Los bomberos hacen todo mal. Tendrían que haber priorizado las viviendas de los vecinos. Es fácil. Hacían un hueco en la pared y le tiraban espuma. Los bomberos tiraban agua al aceite encendido", dijo el hombre, asumiendo quizás ese rol de gran DT que los argentinos saben revalidar como nadie en cualquier situación.

A unos 100 metros de allí, sobre la vereda de enfrente, en Río Negro entre Fraga y Cullen, el jefe de bomberos, Sergio Frea, explicaba que "se usó agua para enfriar los tanques con aceite y espuma química para controlarlo". A pocos metros, Marcos Escajadillo, la cara visible del municipio, también dio sus explicaciones: "Cuando llegamos se procedió a realizar el cerco de seguridad y evacuar a los vecinos que viven frente a la fábrica. Después se pidió apoyo a la policía para controlar a los curiosos, porque dificultaban el trabajo de los bomberos y se ponían en peligro al circular cerca del fuego. No hay que olvidar que había explosiones", explicó el jefe de la GUM.

"La dirección del viento (norte-sur) hizo que la prioridad fuera evacuar a los vecinos que vivían enfrente. Sé que hubo algunos autoevacuados detrás de las vías, pero también había que trabajar para que esto no fuera un caos de tránsito", comentó.