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domingo,
22 de
enero de
2006 |
En profundidad. Adiós al liderazgo
"El duhaldismo dejó
de existir en octubre"
El sociólogo Carlos Germano traza un mapa sobre la realidad política en el principal Estado argentino
Mauricio Maronna / La Capital
El politólogo Carlos Germano conoce a la perfección los sinuosos caminos de la política bonaerense, hoy un territorio huérfano de liderazgo unívoco tras la desaparición de Eduardo Duhalde de los primeros planos. "Hoy hay un solo líder reconocido en el distrito, y es Néstor Kirchner", asevera el sociólogo.
-¿Se terminó Duhalde para la política argentina?
-Es prematuro decretar el final. Sobre todo, atendiendo a ese rasgo particular de la cultura política argentina, en la cual nadie se jubila. Es factible que en los cálculos originales de Duhalde figurara convertirse en el gran elector en caso de que el actual gobierno no terminara de hacer pie. Ese escenario no ocurrió, y las posibilidades de Duhalde de desempeñar ese papel hoy son prácticamente inexistentes. Sin embargo, no hay que descartar que la dinámica política de la lucha por el 2007 pueda convertirlo en un aliado apetecible para algunos de los proyectos que confrontarán con Kirchner. Eso sí, no en la situación de liderazgo que él hubiera deseado.
-¿Existe un duhaldismo sin Duhalde?
-Este es el gran desafío para un sector de la dirigencia justicialista bonaerense: el 14 de octubre hubo un 20% del electorado que votó la lista del PJ. El intento de algunos dirigentes es ver cómo se le puede dar respuesta a esos votantes que no optaron por el kirchnerismo. Es una tarea muy difícil, pero hay algunos dirigentes (Camaño, Alvarez, Sarghini) con intención de recrear un espacio posduhaldista diferenciado del oficialismo kirchnerista. La pauta de la dificultad de esta tarea la dan los importantes dirigentes ex duhaldistas que ya anunciaron su disciplinamiento al liderazgo de Kirchner. También es indudable que hoy el duhaldismo, como proyecto político y como modalidad de construcción, no existe más, ni están vigentes las condiciones que permitieron articularlo.
-¿El kirchnerismo valora a Felipe Solá como quien empezó la "guerra de guerrillas" y le da entidad a futuro?
-Felipe Solá es un producto de las superestructuras políticas del PJ. Fue un eficiente funcionario de Carlos Menem. Llegó a la vicegobernación, y luego a la Gobernación, apadrinado por la estructura del PJ bonaerense manejada entonces por Duhalde. Y hoy suscribe sin reservas el liderazgo político de Kirchner. Lo que ha quedado claro en esa trayectoria es que Solá no es un constructor ni un líder político. Luego de seis años en el Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires, no ha llegado a consolidar un liderazgo, ni a articular una estructura que le responda incondicionalmente. Los intentos en esa dirección quedaron abortados una vez que el oficialismo nacional entró a jugar decididamente en la provincia. Hoy hay un solo líder reconocido en el distrito, y es Kirchner. De manera que el futuro de Solá está en manos del presidente.
-¿En manos de quién está hoy el frondoso aparato del PJ bonaerense?
-El verdadero líder político de la provincia de Buenos Aires se llama Kirchner. En él se referencian los jefes territoriales, los intendentes y algunos ministros de la administración provincial. El definirá quién será el candidato a gobernador en el 2007.
-¿Los "barones" del conurbano que cruzaron el Jordán adscribirán incondicionalmente al presidente o se trata de un matrimonio por conveniencia?
-Con la estrategia desarrollada en la provincia de Buenos Aires, Kirchner logró algo interesante, que a la vez rompió con códigos no escritos de la cultura política argentina. Tradicionalmente, las canales de comunicación funcionaban de los intendentes al gobernador, y de los gobernadores al presidente. Para romper la estructura duhaldista, Kirchner buscó relacionarse directamente con los intendentes (en un territorio muy particular, donde los intendentes del conurbano manejan distritos más populosos que varias provincias), y la estrategia le dio frutos. Hoy la mayoría de los intendentes están alineados con Kirchner, y lo mismo ocurre con los gobernadores. En gran parte, porque el presidente maneja -con mano férrea- la caja de la cual depende la gestión y la fortuna política de los mandatarios comunales y provinciales. En este punto, la pregunta sobre si la adhesión es por conveniencia o no, carece de consecuencias prácticas. Sea por una cosa o la otra, ni los intendentes ni los gobernadores están hoy dispuestos a romper con el gobierno nacional. En este punto, se advierten las consecuencias de uno de los mayores déficit institucionales de la Argentina: la falta de una nueva ley de coparticipación federal. En este vacío legal aumenta la capacidad del Ejecutivo nacional de manejar discrecionalmente los ingresos fiscales. Gracias al control de los recursos fiscales asociados a la recuperación económica, Kirchner maneja hoy la política nacional, y distribuye premios y castigos en función del alineamiento político. Y los gobernadores e intendentes se disciplinan, como en su momento lo hicieron con Menem.
-¿Kirchner irá ahora por los ex duhaldistas como lo hizo con Duhalde o convivirá con ellos?
-No necesita ir por los ex duhaldistas, ni convivir con ellos. En los hechos, el duhaldismo ya fue desplazado de varias de las posiciones institucionales que ocupaba.
-¿Visualiza a Cristina como candidata a gobernadora en el 2007?
-El papel que cumpla en el futuro va a estar dado por las necesidades que en su momento enfrente el proyecto del gobierno. A priori no se puede descartar nada, aunque parece improbable que el ejercicio del Ejecutivo en la provincia figure al tope de sus apetencias.
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Duhalde. ¿Una sombra pronto será?
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