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 domingo, 22 de enero de 2006  
¿Argentina es Riquelme?

Luis Alberto Yorlano

"Argentina es Riquelme", aseveró José Pekerman, el técnico de nuestro seleccionado, y remató: "La selección juega a lo que quiere Román". Sería una imprudencia no valorar las condiciones y la capacidad que tiene el hoy volante de Villarreal de España Juan Román Riquelme. Lo que llena de preocupación es asegurar que el seleccionado es dependiente de los gustos del ex jugador de Boca. Los jugadores de quienes dependieron algunos de los equipos y algunas selecciones demostraron que, además de su capacidad, han llegado al fútbol munido de una personalidad avasallante, un carisma especial y por sobre todo, su influencia en aquellos partidos mezquinos donde hay que salir adelante a base del esfuerzo y la autoestima. Y en esto quiero detenerme. ¿Es Riquelme un jugador de hacer que sus compañeros luchen para ganar o ganar en esos días que no se encuentra la pelota? ¿Es igual ser dependiente de Maradona que de Riquelme? En la historia de los mundiales, salvo el caso de Diego en México •86 o Italia •90, no se conoce otro caso similar en otras selecciones. A pesar de Pelé en Brasil, Beckenbauer en Alemania y Cruyff en Holanda, no han tenido esa dependencia como afirma hoy el DT argentino respecto a Riquelme.

Si pensamos que este Mundial será para el equipo que tenga un jugador desequilibrante, ¿qué debemos pensar con respecto a Brasil, que tiene a Ronaldinho?, considerado el mejor jugador del mundo. Sin embargo, Carlos Alberto Parreira, el DT del seleccionado brasileño no dice que su equipo depende del jugador de Barcelona.

No me imagino a Riquelme con la velocidad mental de las entregas cuando le piquen Messi o Palacio (si es que se anima a convocarlo) a espaldas de los defensores adversarios, como vemos en el Barcelona cuando viene Ronaldinho con la pelota y comienzan a entrar y salir del área Eto'o y Messi para buscar el toque justo.

Que Riquelme es un jugador dotado de una pegada excepcional y que es un lanzador de lujo, no hay ningún tipo de dudas, también las tiene David Beckham, y sin embargo el técnico de la selección inglesa dice que su selección juega a lo que quiere este jugador.

Además, cuando dice que "sus compañeros les deben dar la pelota para que él la distribuya" es bueno preguntarse qué pasará cuando le pongan un hombre haciéndole persecusión y Riquelme, por contextura física, no esté apto para moverse con velocidad para escapar de esas marcas.

Y lo más grave es cuando Pekerman dice que "Román interpreta en el césped lo que queremos nosotros". Consideremos que si el plan A no funciona, ¿cómo será el B si el fútbol de la selección y de las estrategias pasan por él? ¿Podría jugar Riquelme en un equipo donde hay que hacer todo en velocidad?.

En este último concepto pasa la diferencia entre Ronaldinho y los demás. En el fútbol siempre se dijo que a mayor velocidad menor precisión, y el brasileño echó por tierra esa síntesis y hace todo bien en velocidad y cuando se hacen pesadas las marcas. Reproduce lo que hace años marcó a fuego Cruyff.

Para los nostálgicos, para los que sueñan con el fútbol como arte, seguramente estarán pensando "ojalá que juguemos y ganemos con la nuestra". El tema es

que nos dejen. Hoy la potencia en velocidad es la vedette de casi todos los cuerpos técnicos. Y en este Mundial de Alemania

la parte física será muy importante.
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