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domingo,
22 de
enero de
2006 |
Rico en hierro
Consumido en Europa durante la Edad Media, el mijo es una buena alternativa, gracias a su versatilidad culinaria, y a su riqueza en hidratos de carbono de absorción lenta que proporciona energía de forma gradual. Además es una fuente importante de hierro (una porción de 60 gramos cubre la mitad de las necesidades diarias de un hombre, y un tercio de las que tienen las mujeres), de magnesio, y en menor medida, de fósforo, potasio y vitaminas del grupo B.
Su sabor suave y neutro se puede aprovechar en la cocina para preparar sopas, cremas o para agregar a cualquier plato. A la hora de prepararlo debe lavarse, escurrirse bien, y si se desea se puede tostar ligeramente en una sartén sin aceite. Luego se cuece a fuego lento en agua salada durante 20 minutos. También se recomienda en el embarazo y la lactancia.
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