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domingo,
22 de
enero de
2006 |
El Vaticano
no rehabilita
la figura de
Judas Iscariote
Tom Heneghan
A pesar de informes contrarios, la Iglesia Católica no planea rehabilitar a Judas Iscariote, la figura bíblica que traicionó a Jesús y dio su nombre a generaciones de traidores, informó ayer un funcionario de El Vaticano.
El nombre Judas, quien recibió una recompensa de 30 piezas de plata y besó a Jesús para identificarlo frente a los soldados romanos, ha sido símbolo de traición por dos milenios en la cultura occidental. En la obre de Dante, languidecía en lo más profundo del infierno.
Pero el deshonrado apóstol despertó una difícil interrogante entre los teólogos: si se suponía que Jesús murió en la cruz como parte de un plan divino, ¿no fue Judas quien simplemente representó su papel en este drama al entregarlo a los invasores romanos?
¿Y es cristiano no perdonarle?
The Times informó la semana pasada que el historiador del Vaticano, Walter Brandmueller, quería responsabilizar a Judas y presentar su acto como "una realización de su rol en el plan de Dios".
La historia adquirió brillo propio rápidamente en testimonios aparecidos en Internet. El periódico Toronto Star preguntó: "¿Preparado para repensar al villano?".
"Esta noticia no tiene fundamento", opinó Brandmueller, director del Comité Pontificio de la Historia de las Ciencias. "No puedo imaginarme de dónde vino esta idea", dijo a la agencia católica de noticias Zenit, con sede en Roma.
Judas fue uno de los 12 apóstoles de Jesús. En el Nuevo Testamento, el evangelio de San Mateo dice que él rápidamente lamentó su traición, y regresó la plata al jefe de los sacerdotes judíos, quien le devolvió su recompensa y posteriormente se colgó.
Un manuscrito extraviado
Una de las razones por las que surgió un renovado interés por la figura de Judas es que un manuscrito largamente extraviado, conocido como "Evangelio de Judas", un relato apócrifo o falso sobre la vida de Jesús, se publicará en breve.
El Nuevo Testamento contiene cuatro evangelios, Mateo, Marcos, Lucas y Juan, pero muchos otros han sido escritos uno o dos siglos después de la muerte de Cristo, atribuidos a Tomás o a María Magdalena.
Muchos han sido escritos por los gnósticos, los primeros cristianos herejes quienes creían que el conocimiento secreto era la llave para la salvación eterna.
El manuscrito del evangelio de Judas, original del siglo II, estuvo perdido por mucho tiempo y una fundación suiza está traduciendo un antiguo escrito copto que fue hallado en Egipto.
Algunas especulaciones dieron a entender que cualquier texto escrito por Judas brindaría de él una imagen más benigna e induciría a una rápida reformulación de su reputación, pero expertos en el Nuevo Testamento son cautelosos.
"Parece ser que se trata de un escrito gnóstico y es poco probable que vaya a cambiar nuestra visión de lo que ocurrió en el pasado", dijo Richard Dillon, un profesor de teología de la Universidad de Fordham en Nueva York.
Algunos expertos discuten que la rehabilitación de Judas podría ayudar a las relaciones del Vaticano con el judaísmo, ya que en algunas oportunidades los antisemitas utilizan esta historia para condenar a todos los judíos, pero Brandmuller no está de acuerdo. (Reuters)
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