Sigue bloqueado el paso a Fray Bentos en repudio a la radicación de papeleras

Los vecinos que cortan los puentes no quieren que les digan piqueteros

A pesar de utilizar la misma metodología, se niegan a ser emparentados con el movimiento de desocupados

Los habitantes de la ciudad entrerriana de Gualeguaychú se oponen firmemente a que su reclamo contra la instalación de las papeleras, motorizado con cortes sobre la ruta que une Entre Ríos y Uruguay, sea visto como una protesta piquetera y afirman que seguirán "hasta que se vayan" las plantas procesadoras de celulosa de la ciudad uruguaya de Fray Bentos.

"Ya no queremos que se detengan las obras de las papeleras, sino que queremos que se vayan, porque este emprendimiento va a traer daño al medio ambiente y a la salud de nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos", aseveró Silvio, un arquitecto de Gualeguaychú, quien junto a un centenar de personas pasó la noche a la vera de la ruta 136.

Gualeguaychú, junto con los vecinos de Colón y Concordia, endureció el viernes a la noche su reclamo hacia el Uruguay por las papeleras Ence y Botnia, con un corte coordinado de los tres puentes internacionales que tuvo como condimento extra que se llevó a cabo en el inicio de un fin de semana de recambio turístico.

El tema que más se oía discutir, con enojo, entre las personas que permanecía en las carpas apostadas a la vera de la ruta y alrededor de los fogones improvisados, era que algunas voces definían a su metodología de protesta como las que realizan los movimientos piqueteros en la Capital Federal.

"Nos llaman activistas, pero nosotros somos pacíficos, no respondemos políticamente a nadie y lo único que queremos es que Uruguay se dé cuenta de que esas plantas no son una solución a la economía, sino que esto va a traer contaminación, nos va a pudrir el río y nos va a llenar de olor a huevo toda la región", remarcó Guillermo, otro de los que permanecieron en el corte.

En una carpa montada en el inicio de la fila de autos desplegados a lo largo del kilómetro 27, Carmen, una mujer de unos 55 años, quien confesó haber vivido toda su vida en Gualeguaychú, dijo que el reclamo que lleva adelante toda la comunidad entrerriana representa "un deber y una obligación por defender la vida".

Más adelante y donde ya casi la luz no iluminaba, permanecían sentadas sobre la ruta Isabel y Ana, quienes oficiaban de "campana" ante la llegada de algún turista que pretendía burlar el corte con la excusa de llevar a un familiar enfermo hacia un hospital de Gualeguaychú.

"Hoy están todos enfermos, hasta una embarazada quería parir con una panza que no alcazaba los seis meses de gestación", narró la mujer, quien forma parte desde la primera hora de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú.

Cerca de las 5 de la madrugada y con las primeras gotas de lo que luego se convertiría en una fuerte tormenta que anegó calles, los asambleístas, entre mate y mate, analizaban los perjuicios que traería, a su juicio, la instalación de las plantas procesadoras de celulosa.

"Es que en Uruguay no entienden lo que realmente va a pasar. A ellos les prometieron espejitos de colores y les dijeron que las papeleras van a traer progreso, pero no es así", remarcó Fernando, el encargado de cebar los mates que acompañaban la salida del sol.

Mientras tanto, el puente General San Martín, que une Gualeguaychú con la ciudad uruguaya de Fray Bentos, permanecía cortado por tiempo indefinido.