Libro de Valeria Schapira

Un manual para aprender

La periodista admite que no lo escribió por experta, sino después de "operaciones" frustradas

Hombres. Manual de la usuaria", es el nombre del nuevo libro que presentó recientemente la periodista Valeria Schapira, con el sugestivo subtítulo de "Sencillas instrucciones para un correcto uso". Lo de uso viene a cuento porque recae sobre un sujeto al que la autora define como "aparato" y lo de "manual" no es un gesto megalómano, sino una simple ironía sobre sí misma. "Tan mal me fue con los hombres que me animé a escribirlo", dice. Se ve que los dos sexos quedaron intrigados ante la aparición de esta guía práctica, porque en la presentación del libro, hubo tumultos del público en la Fundación Libertad. Para no andar con tantas vueltas, fueron la propia Schapira y su editor, Mario Kostzer, quienes lo presentaron con mucho humor y la ayuda del Negro Moyano, Gachi Roldán y Raúl Bruschini. Dicen que "primero hay que saber sufrir, después amar, después partir, y al fin andar sin pensamiento". Y para eso, nada mejor que un manual.

-¿Tan bien te fue con los hombres que te animaste a escribir un manual?

-No, tan mal me fue que me animé a escribirlo, lo digo en la contratapa: después de sucesivas y frustradas "operaciones" con los hombres tomé dolorosa conciencia de que estaba haciendo algo muy mal, que había faltas recurrentes en "mi sistema" de relación con el sexo opuesto porque estaba "usando" mal a los caballeros.

-¿Es todo de cosecha propia o hubo aportes de congéneres?

-De ambas vertientes, y de los lugares más insólitos, desde los bares donde escribí buena parte del libro, hasta la peluquería, mis compañeras de trabajo, de todo un poco fui tomando.

-¿El libro es una revancha contra el machismo?

-No, para nada. No es un libro feminista, es más, hay mucho de autocrítica para mi propio género.

-¿Dónde ubicás a los bolsillos como una de las partes principales que componen al "aparato"?

-Hay muchas usuarias que apuntan directamente a que el aparato tenga bien desarrollado los bolsillos, otras apuntan al buen desarrollo del pene, depende de los gustos que tenga cada una. Porque, por ejemplo, cuando vas a comprar un electrodoméstico no te da lo mismo una plancha que un cuchillo eléctrico. Es en función de tus necesidades el tipo de aparato que adquirís, y acá pasa lo mismo

-Las categorías del producto (el mamengo, el soltero consuetudinario, el separado, el mantenido, el boludo alegre, el mala onda, el infiel crónico o el bon vivant, entre otros), ¿son exhaustivas o se pueden seguir ampliando?

-Las categorías de artefactos son muchísimas más, pero la idea era simplificar con las básicas para un manual.

-¿No temés que aparezcan más mujeres competidoras a aportar sus propias instrucciones, a ampliar o a refutar el manual?

-Que le den para adelante, nomás, la competencia enriquece.