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domingo,
15 de
enero de
2006 |
Un balazo que que lo consumió
Jorge Poremba falleció debido a una falla orgánica múltiple originada como consecuencia de las heridas que tenía básicamente en el vientre.
Desde su ingreso al Sanatorio Laprida nunca había salido de la Unidad de Terapia Intensiva. Por momentos parecía que su estado general lograba algún avance, pero, en rigor, había que hacer ingentes esfuerzos todo el tiempo para lograr su recuperación.
Durante la madrugada de ayer, todos sus órganos comenzaron a fallar al mismo tiempo. Sus pulmones no funcionaban bien, por eso no podía salir de la asistencia mecánica respiratoria; tampoco sus riñones estaban en orden y los profesionales que lo atendían debían practicarle hemodiálisis casi en forma permanente. Su estado había pasado a ser irreversible; su corazón dejó de latir. El daño que le provocó el balazo fue crucial. Su hígado, los intestinos grueso y delgado, y los mesos estaban afectados en extremo.
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