
|
martes,
10 de
enero de
2006 |
El Tata sabe lo que hizo y lo que vendrá
"A mí no me va a pasar lo que les ocurrió a muchos", reflexionó el santafesino
Difícil no marearse en las nubes del éxito, sobre todo cuando se logra viniendo desde muy abajo, como la mayoría de los boxeadores. Pero el flamante campeón mundial argentino tiene una buena base para no creérsela. Porque no es un pibe, porque extraña horrores a su mujer Graciela y a sus cuatro hijos, Florencia (16 años), Carlos (13), José Ignacio (5) y Lourdes (4), y porque tiene claro cómo terminaron muchos colegas, inclusive algunos que tiene en sus propios pagos. Parece entonces que hay que creerle al Tata Baldomir cuando dice que este título no lo cambiará.
Quizás porque no olvida los tiempos en que vendía plumeros y escobas casa por casa, o cuando subía a los colectivos ofreciendo alfajores o pastillas, Baldomir asegura que "lo voy a poder manejar, usando la cabeza". Claro, el santafesino no olvida esos años en que, inclusive, llevaba los plumeros que él mismo fabricaba a Los Angeles, cuando acompañaba de sparring a su coterráneo Carlos Ríos, y los chinos se los sacaban de las manos.
"Tengo la edad suficiente para saber cómo actuar y no 25 años, donde por ahí te podés marear. Tengo claro que lo que me mueve es mi familia, mis cuatro hijos. Sé lo que hice y sé lo que vendrá. A mí no me va a pasar lo que le ocurrió a muchos, estoy seguro".
Cuando se le dijo que su esposa Graciela le había comentado lo mismo a Ovacion en su edición de ayer, Baldomir lo reafirma: "Es así, somos muy humildes y no lo vamos a cambiar. Estoy preparado para afrontar eso".
Está tan convencido de lo que dice el campeón santafesino que es consciente de que "en las buenas se arriman muchos y te palmean la espalda, pero en Santa Fe tengo dos o tres amigos que me ayudaron en las malas y son ellos en quienes me respaldo. Yo puedo tratar con muchos pero hasta ahí nomás".
-Pero sabrás que a tu regreso todo Santa Fe te va a estar esperando para agasajarte.
-Sí, y se los agradezco de corazón. Sólo digo que sé que amigos son los de siempre.
-¿No llevaste más plumeros para vender?
-No (risas), hace rato dejé eso.
enviar nota por e-mail
|
|
|