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viernes,
30 de
diciembre de
2005 |
Toco madera
Kirchner fue al Congreso para participar de la ceremonia de asunción de los nuevos senadores y no se privó de ningún recurso-hasta el grosero tocamiento de su entrepierna- para conjurar los supuestos efectos funestos de Carlos Menem. El riojano, en tanto, se refugió en el Senado y trata de olvidar haber dicho eso de que "un Papa no puede volver a ser obispo".
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