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viernes,
30 de
diciembre de
2005 |
Un bar detenido
en el tiempo
Fue una mezcla de sorpresa y alegría haber descubierto la nota publicada en La Capital el día 27 de diciembre titulada "Murphy, pueblo de colonos y futbolistas". Conozco el pueblo ya que tengo unos amigos allí (familia Pace), y todos los años concurrimos un par de veces a visitar a esa maravillosa gente. Cierta vez caminando por allí descubrimos en una esquina, frente a la estación, un lugar que como bien describe el artículo "quedó detenido en el tiempo". El bar de Santo, desde ese día fue parada obligada en cada viaje. El lugar podría decirse que es una postal en vida de un cuadro de Molina Campos. No debe existir otro sitio que retrate en vivo el concepto que tenemos de pulpería. Invito a cualquier persona que eventualmente esté viajando por esa zona a ingresar en Murphy y llegar hasta Sarmiento 101, o simplificar la cuestión y preguntar simplemente por El Bar de Santo. Sin duda además de ser una experiencia tan sencilla como mística, será una oportunidad inolvidable de viajar por el tiempo y soñar un rato.
Horacio Branda
[email protected]
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