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 miércoles, 28 de diciembre de 2005  
Chabán dice que no quiso causar tragedia y que está "aterrorizado"

Buenos Aires.- El empresario Omar Chabán, detenido como principal acusado del incendio en el boliche Cromañón, aseguró hoy que está “aterrorizado”, que no puede recuperarse y que él no tuvo la intención de provocar la tragedia que culminó con 194 muertos.

En una carta a dos días de cumplirse el primer aniversario de la tragedia, Chabán, que se encuentra detenido en el penal de Marcos Paz, dijo que nunca quiso fugarse, que la banda Callejeros estuvo a cargo de los controles que permitieron el acceso de la pirotecnia y que tenía el local en condiciones.

“Estoy aterrorizado. No logro recuperarme de la tragedia y menos aún de las injustas acusaciones que pesan en mi contra. Me siento un agujero negro sin bordes ni fondo”, señala el empresario al inicio del texto.

Chabán dice que su “única defensa es la verdad” y que sus culpas “no son aquellas” de las cuales se lo acusa.

Respecto a la situación que lo volvió a llevar a la cárcel tras un fallo de la Cámara de Casación, el gerenciador del boliche aseguró que nunca quiso fugarse cuando se refugió en un local del barrio de San Telmo donde fue detenido.

“Nunca me fugué a ningún lado. Entré varias veces en el lugar hasta que no me lo permitieron más. Intenté sacar la gente que pude, pero mi pie operado no me acompañó. Me sentí superado, devastado. El espanto pudo más que yo. Cuando vi todo perdido no supe más qué hacer. El estado de angustia general era caótico. Sucumbí”, explicó.

Chabán refutó la carátula en su contra -estrago doloso seguido de muerte- y en ese sentido también defendió al grupo Callejeros.

“No hubo dolo ni intención de mi parte para provocar esta tragedia, y tampoco por parte de Callejeros, porque nadie quiso que mueran la madre y la novia de los integrantes de la banda, ni que mis familiares, amigos y personal que hace mucho trabaja conmigo, hayan terminado algunos de ellos con problemas de salud como consecuencia de la inhalación tóxica”, señala la carta.

Sin embargo a la hora de atribuir responsabilidades por el ingreso de la pirotecnia, el empresario afirmó que “hubo controles en el ingreso y en el recinto por parte de la seguridad de Callejeros”.

También resaltó su “constante preocupación por el uso de pirotecnia en lugares cerrados” y recordó que aquella noche él mismo habló “en forma exacerbada” hacia el público para prevenir.

“Mi advertencia se circunscribía a las bengalas, pirotecnia de corto alcance, que ya me parecían lo suficientemente peligrosas. No logro entender cómo a estas tres personas que yo vi, se les ocurrió prender candelas”, señala Chaban respecto a los tres jóvenes que según lo que observó generaron el incendio.

“Ellos las tiraron en un lugar cerrado lleno de gente. Nadie lo impidió. Yo los vi y corté el sonido inmediatamente, antes que se corte la luz, si no hubiéramos muerto todos”, agregó.

También se defendió de las irregularidades detectadas por la Justicia en el boliche al afirmar que la puerta lateral que estaba cerrada con cadena y candado “no era la salida de emergencia, ni conducía a una salida, sino a otro lugar cerrado”.

Además dijo que el lugar no estaba habilitado a su nombre sino que lo estaba desde que funcionaba la bailanta Reventón, que “no había prescripciones sobre la capacidad de los locales de baile clase C” y, respecto a los paneles acústicos, afirmó que pensó que eran ignífugos y que desconocía que despidieran gases tóxicos al tomar contacto con fuego.

“Tanto por la acústica como por el aislamiento sonoro, busqué un material que no tuviera riesgos, en este caso, busqué un material ignífugo. Mal podía imaginar que ese material vendido como ignífugo, tenía tan sólo sustancias retardantes o era del tipo autoextinguible como me vengo a enterar ahora, y que la combustión producida a altas temperaturas libera ese gas letal, llamado ácido cianhídrico”, argumentó Chabán.

“Acabo de enterarme que ahora han prohibido el uso de ese material en discotecas y lugares para recitales”, añadió.

El empresario también negó tener vinculación con empresas off shore, al asegurar que siempre fue “independiente” y que no tiene ninguna vinculación “con los dueños del espacio de República Cromañón, ni con los dueños de la habilitación, más que la de organizar recitales”.

Admitió que “todos los espectáculos multitudinarios siempre conllevan riesgos. Estampidas, peleas, incendios, desmayos, aplastamientos, daños materiales, etc” y que “estaba preparado para resolver cualquiera de esos problemas”.

“La cruz roja estaba en el lugar, preventivamente. Los extinguidores eran los reglamentarios, las puertas de entrada y emergencia eran amplias, la cantidad de gente no era más de la que hay en cualquier espectáculo de esa clase. El desastre se produjo apenas empezado el show y todo sucedió de forma imprevista y rápida”, se excusó el empresario.

Por último, se refirió al aniversario y a los familiares de las víctimas, al señalar: “Cumpliéndose un año de este trágico accidente, quiero expresar una vez más el profundo e irreparable dolor que siento por todo lo sucedido y conmemorar junto a todos los damnificados esta horrible tragedia”. (Télam)


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