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sábado,
24 de
diciembre de
2005 |
Cosquín: de la plaza al balneario
La ciudad cordobesa se prepara para las nueve lunas del folclore
Cosquín, mentada Capital Nacional del Folclore, aspira a mantener la temporada más allá de los encuentros que la proyectan a todo el país. La remodelación de la plaza Próspero Molina fue el comienzo para mejorar tanto la capacidad como la adaptabilidad del mayor escenario coscoíno a las necesidades de otros espectáculos. El cambio repercutió en el perfil de la ciudad, que cambió bombo por batería para recibir a los capitanes del rock y los reyes del cuarteto. El paso siguiente apuntó al mejoramiento de sus costas. Más de 14 kilómetros que enmarcan el río Cosquín y le devuelve a la ciudad el esplendor de balnearios sobre uno de los ríos que mantiene buen caudal de agua con una costa verdeada por los árboles.
La última semana de enero, la ciudad recibirá a los folcloristas de todo el país en la edición 2006 del festival de folclore. La fiesta será entre el 21 y 29 de enero y llevará al escenario a Mercedes Sosa, después de siete años de ausencia. A su lado estarán el entrañable León Gieco, Víctor Heredia, Jairo, el Chaqueño Palavecino, el charango del Chango Nieto, Antonio Tarragó Ros y Teresa Parodi.
La fiesta comenzará unos días antes, con los espectáculos callejeros que fueron el comienzo del festival y que ocupan las peñas y los escenarios repartidos en toda la ciudad, desde la Plaza San Martín y hasta los balnearios.
Hay tres tipos de visitantes durante el festival: los que van a la plaza, los que vienen sólo a las peñas y los que disfrutan con paseos por la ciudad. Los primeros disfrutan de la ampliación de la Próspero Molina de 8 mil a 12 mil plazas, aunque durante las nueve lunas el espacio siempre resulte escaso. Los seguidores de las peñas encontrarán espacios urbanos mejorados y una costa más seductora y accesible. Los terceros encontrarán una peatonal renovada.
Unas 8 mil personas acceden al escenario principal del festival; otras tantas se instala en la ciudad para seguir las peñas.
Entre los visitantes se encuentra una curiosa delegación responsable de la proyección internacional del encuentro: un festival que se realiza en Japón. La reunión se reitera desde hace 30 años en la ciudad de Kawawata y donde se presentó, entre otros, Atahualpa Yupanqui.
Durante esos días, la capacidad hotelera se colma y hasta las ciudades cercanas brindan alojamiento a los visitantes de la capital del folclore. Eso implica que las reservas son indispensables para asegurarse un sitio donde descansar. El precio del alojamiento oscila entre los 65 y 150 pesos de promedio, en residenciales, hosterías y hoteles de 1 a 3 estrellas.
La gastronomía ofrece menúes familiares entre 5 y 8 pesos y en restaurantes, se puede optar por pastas o parrillada por menos de 10 pesos.
Detrás del ritmo de zambas y chacareras la ciudad se volcará al puro cuarteto cordobés durante los primeros días de febrero. Mientras tanto, el rock se mudó a la comuna de San Roque después de ocupar la Próspero Molina durante 6 ediciones.
Otros clásicos de la ciudad son la feria Julio Cortázar, que nuclea artesanos de todo el país; el encuentro de poetas con la gente y el Congreso Hombre Argentino.
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