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sábado,
24 de
diciembre de
2005 |
Catedral del golf
Para los amantes del golf la ciudad es ideal. Se puede practicar frente al mar o en un quebrado paisaje serrano y en el corazón de una añeja arboleda. Aquí el golfista tiene la posibilidad de jugar cada día en una cancha de distintas características.
Frente a Playa Grande está Cancha Vieja, corta y ondulada; el Club House, con una construcción estilo Tudor y una magnífica vista al mar que acompaña al jugador en todo el recorrido. A cinco kilómetros en avenida Mario Bravo y Triunvirato está Cancha Nueva, de 50 hectáreas, 18 hoyos y un recorrido de 6.527 yardas para caballeros y 5.678 yardas para damas de par 71 y 73 respectivamente; el Golf Club que fuera visitado por el príncipe Felipe de Edimburgo, presidentes argentinos, norteamericanos y profesionales de este deporte a nivel mundial; el Club Mar del Plata Golf de los acantilados, con 90 hectáreas, 27 hoyos y forestación de pinos; Sierra de los Padres Golf Club, con 40 hectáreas y 18 hoyos y Maruyuí Country Club, con una cancha de 9 hoyos de doble green.
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