Una feria muy particular

La Dirección General de Aduana incautó ayer a la mañana 46 bultos con unas mil prendas de vestir que eran exhibidas para la venta en una feria de ropa usada cuando en realidad debían ser entregadas como donaciones a personas carenciadas. El procedimiento, que se concretó en un templo evangélico de Santiago y Güemes, se realizó por la presunta infracción al código aduanero y estuvo a cargo de personal de la Región Aduanera Rosario y de la Administración Federal de Impuestos, con apoyo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

El encargado del operativo, Jorge Jiménez Kaockar, señaló que la irregularidad detectada en la feria tenía que ver con que allí se comercializaba ropa de origen estadounidense, asiático y europeo "ingresada al país en concepto de donación para ser distribuida entre gente humilde. Esto quiere decir que por ley está prohibida su comercialización porque la mercadería está libre de impuestos".

Según Jiménez, en la feria allanada ayer "se detectó que las prendas exhibidas se entregaban a cambios de bonos contribución por distintos precios. Toda la mercadería era de origen extranjero y había entrado al país en concepto de donaciones provenientes de Estados Unidos, España y de algunos países de Asia", agregó el funcionario.

Jiménez aclaró que los responsables del lugar "manifestaron desconocer que las prendas no podían venderse". Al respecto, responsables de la congregación que hablaron con La Capital dijeron que "los recursos recaudados con la venta de ropa se destinan a distintas áreas de acción social dependientes del templo tales como una granja de rehabilitación de alcohólicos y drogadependientes, un hogar propio de huérfanos y adolescentes en situación de calle, ayuda a necesitados, personas indigentes y comunidades aborígenes".