Una tregua

La novela por Ortega sigue en veremos

Las negociaciones entre Newell's y River por el traspaso de Ariel Ortega entraron en un cuarto intermedio hasta el lunes. Si bien los dirigentes rojinegros y millonarios se tomarán una tregua en Noche Buena y Navidad, la dilación de las tratativas no hace más que reforzar la sensación que el Burrito tiene muchísimas chances de jugar la Copa Libertadores y el Clausura 2006 con la camiseta rojinegra. Es que los tiempos se acortan y una fuente muy vinculada al jugador le confió a este diario que "esto se define entre lunes y martes por sí o por no". Y sostuvo con un argumento de peso el valor de sus palabras: "Ariel quiere jugar en River, pero también está cansado de seguir esperando y cada vez está más convencido de que se quedará en Newell's", remarcó la misma fuente consultada.

No es novedad que la traba del affaire Ortega es una cuestión estrictamente económica. Pero el tire y afloje en el que derivó la negociación no se habría dado solamente por la cotización del Burrito. Es cierto que Newell's habría bajado sus pretensiones y estaría dispuesto a negociar en 1.700.000 dólares, pero para que las tratativas sigan avanzando con cierto viso de realidad es condición sine qua nom que la entidad millonaria se haga cargo de los cuatro pagos, de 320.000 euros cada uno, que todavía hay pendiente con Fenerbahce de Turquía.

Además, la directiva millonaria, con el presidente José María Aguilar a la cabeza, tampoco está tan convencida de pagar por Ortega la suma de 1.500.000 dólares, como le confió el vicepresidente Mario Israel en la edición de ayer, a Ovación, y hacerse de las cuatro cuotas pendientes con el club turco. Es que Aguilar, más allá de la admiración que tiene por Ortega, considera que es un jugador emblema de River pero sin valor de reventa. Por eso ve poco redituable desembolsar semejante suma de dinero por un jugador que, a lo sumo, jugará apenas un par de temporadas.

La posición adoptada por Newell's de no ceder más espacio en las negociaciones y la decisión cada vez más debilitada de River por romper el chanchito para volver a gozar con las gambetas de Ortega, son los polos opuestos que hoy ponen a la negociación en un pantano. La próxima semana se sabrá si las partes asoman la cabeza y logran destrabar lo que por estos días parece de difícil resolución.

Ortega continuaría en el Parque.