Agentes de la CIA buscados en Italia

Roma. - Un juez italiano emitió ayer una orden de detención europea contra 22 agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense acusados de secuestrar a un clérigo islámico en Milán. El fiscal de Milán Armando Spataro dijo que las órdenes autorizan el arresto de los agentes en cualquiera de los 25 países de la Unión Europea (UE). Italia ya había emitido este año orden de arresto contra los acusados pero sólo dentro de su territorio.

Los magistrados de Milán acusan al equipo de 22 agentes de la CIA de haber secuestrado en 2003 al clérigo Mustafa Osama Nasr en una calle de Milán y de llevarlo en avión a Egipto, donde el religioso dijo haber sido torturado durante sus interrogatorios.

El fiscal Spataro dijo que también pidió a Interpol que trate de detener a los sospechosos en cualquier país del mundo y recordó que ya había pedido personalmente la extradición de los 22 agentes desde EEUU.

Sin embargo, el ministro de Justicia italiano, Roberto Castelli, encargado de remitir el pedido EEUU, mantiene el trámite demorado porque quiere más documentación que avale las solicitudes antes de presentarlas a Washington, señaló Spataro.

Esta semana, el premier italiano, Silvio Berlusconi, un fime aliado de Washington, dijo que no creía que los agentes de la CIA fueran culpables y sugirió que su gobierno podría no respaldar el pedido de los fiscales de Milán. "No creo que haya ningún sustento legal para este caso", dijo Berlusconi, quien no obstante agregó que los gobiernos no derrotarán al terrorismo cumpliendo todas las reglas. El ministro Castelli, por su parte, también cuestionó los motivos de Spataro para impulsar el caso, e incluso insinuó que el fiscal es un militante de izquierda antiestadounidense.

Pero el jefe de los fiscales de Milán expresó su apoyo a Spataro y a toda su investigación. La Fiscalía de Milán y al oposición italiana dicen que el secuestro del clérigo, también conocido como Abu Omar, fue una seria violación de la soberanía italiana.

La emisión de las órdenes contra los agentes estadounidenses llega cuando aún está fresco el escándalo por las denuncias de que la CIA tiene cárceles secretas en Europa y otros lugares para presuntos terroristas detenidos ilegalmente y trasladados en aviones que hacen escala en naciones del continente.