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sábado,
24 de
diciembre de
2005 |
Un escándalo que genera
debate entre los científicos
La revista Science nunca habría podido imaginar un final así: cuando ayer se conoció la magnitud total del escándalo en torno al pionero de la clonación surcoreano Hwang Woo Suk, en el seno de la renombrada revista de ciencia reinaba un profundo silencio.
La dirección debatirá una reacción adecuada y luego se posicionará, dijo en Washington una portavoz de la mayor asociación mundial de investigadores, que publica Science.
Los críticos acusan a la revista especializada de no haber comprobado con el suficiente cuidado los resultados de Hwang. De hecho, Science publicó los estudios del surcoreano sobre las células madre a medida, considerados revolucionarios, apenas dos meses después de que los expertos le dieran su visto bueno, cuando lo normal en este tipo de procedimiento conocido como "Peer Review" son cuatro meses.
Además, tampoco el biólogo estadounidense Gerald Schatten, de la Universidad de Pittsburg, siguió las normas. Este renombrado investigador de las células madre había dado al estudio su nombre, casi como garantía de su fiabilidad, sin haber participado en él activamente. "Nunca se me habría ocurrido" cuestionar su papel en el proyecto, dijo el director de Science, Donald Kennedy.
Schatten fue el primero que asumió las consecuencias tras los rumores sobre presunta manipulación voluntaria en el laboratorio de Hwang. Así, pidió a Science que retirara su nombre de la lista de autores del estudio presentado en mayo. Pero cuando el pionero de la clonación de la Universidad Nacional de Seúl propuso poco después retirar todo el artículo, Kennedy se negó en un primer momento.
Instó a Hwang a revelar los motivos por los que debería ser retirado, así como la autorización de los 24 autores de la investigación. En caso contrario, Science deberá aconsejar a la comunidad internacional de investigadores que "ignore" sus resultados, dijo. Según los principales redactores de la revista, a veces a algunos autores les entran dudas después de que se hayan publicado sus resultados y piden que el artículo correspondiente sea retirado. Entre los 800 o 900 artículos que Science publica cada año, se producen una media de cuatro casos de este tipo.
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