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viernes,
23 de
diciembre de
2005 |
El informe de los antropólogos es la clave
La jueza espera el resultado del análisis de los restos hallados en Funes, cerca de un centro clandestino
Javier Felcaro / La Capital
La Justicia provincial aguarda el envío de un informe -considerado clave- por parte de los peritos antropólogos que investigan el hallazgo de restos óseos humanos en un campo de Funes, ubicado a 500 metros del lugar donde funcionó el centro clandestino de detención El Castillo durante la última dictadura militar.
El informe, solicitado por la jueza de Instrucción Mónica Lamperti, apunta a determinar la antigüedad de los restos. Y será determinante para que la magistrada amplíe o no la pesquisa.
Los tres cráneos, sólo uno de ellos en buen estado de conservación, según pudo saber La Capital, y el maxilar con piezas dentarias encontrados entre el martes y miércoles pasados fueron llevados al Instituto Médico Legal de Rosario para ser estudiados.
En tanto, ayer no hubo excavaciones en el sector donde se hallaron los restos (que permanece cercado y custodiado por la policía), a la espera de posibles nuevas medidas de parte de la magistrada.
Según la denuncia que el dueño del campo asentó en la comisaría 23ª de Funes, el primer hallazgo -dos cráneos- ocurrió el martes, en momentos en que se araba un sector donde hasta hace dos meses existió una laguna.
Lamperti ordenó tareas de excavación y la preservación de pruebas, que recayeron en el Equipo de Antropología Forense (presta servicios para la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia), de la Brigada de Homicidios y de Planimetría de la Unidad Regional II.
Al día siguiente, los expertos encontraron un maxilar inferior con la dentadura completa en el mismo sector (en el que existió una laguna, drenada hace dos meses) donde habían aparecido los primeros restos, mientras que el tercer cráneo fue desenterrado a unos cinco metros al norte del lugar.
Fuentes vinculadas con la investigación potenciaron su cautela frente a las expectativas que genera el hallazgo de los restos cerca del lugar donde funcionó el centro de detención ilegal y reiteraron que todavía es prematuro vincular el descubrimiento con desapariciones forzadas de personas.
Un dato llamativo es que las piezas óseas no evidencian signos de violencia (golpes o impactos de bala), como ocurrió en otros casos investigados. De todos modos, los interrogantes se develarán en las próximas horas.
El 22 de diciembre de 2003, el ex canciller y actual diputado nacional Rafael Bielsa había reconocido la vivienda ubicada a dos kilómetros del centro de Funes y a 400 metros de la cabecera de pista del aeropuerto como el sitio donde estuvo detenido durante los años de plomo.
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