Vóley: Fisherton gritó campeón

Rodolfo Parody / La Capital

La paternidad de Gimnasia durante casi una década en la primera división femenina de vóley se acabó. El gran responsable de ponerle punto final fue Fisherton, al ganarle en la definición del torneo Clausura, como ya lo había hecho en el Apertura, y conseguir así la Copa Challenger Rubens Beltrame de la Asociación de Voleibol de Rosario.

El ciclo exitoso de Gimnasia había comenzado en 1996 y a partir de ese año logró todos los títulos rosarinos. En 2004 conquistó el Apertura y la Copa Challenger, pero el Clausura quedó en poder de Fisherton. Fue el preanuncio de lo que sucedería en esta temporada.

Con la base del plantel que intervino a comienzos de año en la Liga Argentina, Fisherton se preparó para ser el dominador absoluto del vóley rosarino. "Era una obligación ganar todo. Se trabajó para eso y las jugadoras estuvieron a la altura de las circunstancias", señala el entrenador Daniel Zuker, quien recuerda que "en los años anteriores tenía el objetivo de ser campeón de primera y cortar la racha de Gimnasia. Ahora preparé a las jugadoras para cumplir esa meta y la conseguimos".

"Sabíamos que el lugar que ocupaba Gimnasia era nuestro, pero había que proponérselo y demostrarlo", señala la líbero del equipo, Lucía Meyer, de 18 años, y desde los 7 en Fisherton.

La final del Clausura se jugó al mejor de tres y Fisherton sacó la primera ventaja de local, con un triunfo por 3-2. "Tuvimos un mal partido. Fallamos técnicamente, pero lo importante fue que ganamos. Las finales no se juegan, se ganan. De local somos fuertes y eso había que aprovecharlo", cuenta Zuker.

La revancha en Gimnasia podía ser la consagración de Fisherton. Pero nada de eso ocurrió. El equipo del chileno Edgardo Fabres se impuso por 3-1 y estiró la serie a un tercer partido. "Fue un día muy malo. Tuvimos un rendimiento pésimo", expresa el técnico.

El desenlace tuvo otra vez el mismo escenario. Pero cambió el juego y el resultado. Un Fisherton demoledor se llevó la victoria por 3-0, alcanzó el título del Clausura y la Copa Challenger, al haber conseguido también el Apertura.

Zuker asegura que en ese partido "apareció lo mejor de Fisherton, la garra y la entrega. Tuvimos decisión para salir a ganar desde el principio".

"Jugamos en un muy buen nivel y eso lo pudimos desplegar por la jerarquía de las jugadoras. Pero ante todo destaco la actitud. Cuando el equipo se propuso ganar lo consiguió. Después de perder el segundo partido, nos dijimos que hasta ahí habíamos llegado y que debíamos dar todo. Y lo demostramos", señala Meyer.

Coinciden que no hubo una jugadora que sobresaliera por sobre el resto en el encuentro decisivo y aseguran que todas actuaron en gran nivel. "Eso era lo que debía suceder. De otra manera era imposible vencer a Gimnasia en tres sets", dice el entrenador.

"Hubo un gran trabajo de las centrales Verónica Córdoba y Valentina Salinas. Y en lo que veníamos fallando, el pase y la recepción, anduvimos un relojito con Berta Pizzo, Marcia Scacchi y Meyer. A la armadora Débora Zuker (hija del técnico) le dimos instrucciones para que jugara mucho por el medio y con el opuesto. Y así lo hizo. En cuanto a Florencia Meyer, jugó su mejor partido del año", explica Zuker sobre la actuación del equipo.

Cumplida la misión de llegar a lo máximo, Fisherton no se olvida de la Liga Nacional, que se está jugando actualmente y en la que no pudo participar por una cuestión de presupuesto.

"No jugar la liga dolió y afectó a todos. Pero las chicas pudieron sortear ese inconveniente y nos reivindicamos con este título", sostiene Zuker.

"Tenemos el compromiso del club de que buscará sponsors para intervenir en la próxima liga. Estoy convencido que con este plantel, y sin refuerzos, podríamos hacer un papel superdigno", amplia Zuker.

La liga sería el mejor premio para estas jugadoras que pudieron quebrar el predominio de Gimnasia.

El plantel que se quedó con el título.