Concejo: fuerte incremento en la TGI y otros gravámenes

Se aprobó la suba de la tasa con los votos socialistas y del ARI

Se hicieron modificaciones al proyecto de Lifschitz: también se aumentará alícuotas a cerealeras e hipermercados

El Concejo aprobó anoche, con arduos debates y duras críticas de la oposición, la fuerte suba de tasas que reclamó el Ejecutivo. El mensaje de la Intendencia proponía incrementos en algunos casos superiores al 75 por ciento para la tasa general de inmuebles (TGI), pero también importantes aumentos en otras, como la tasa de cementerios (100%), uso de plataformas para ómnibus (250/500%), y habilitación o cambio de rubros comerciales (1.100%. Es decir, pasó de costar $ 8,53 a 100 pesos).

Las subas se aprobaron con 10 votos del oficialismo, uno de la radical Daniela León y dos del ARI, que propuso modificaciones al proyecto para transformarlo en una "reforma integral y profunda del Código Tributario Municipal". Básicamente, esas modificaciones pusieron tope a cada radio para la TGI (de hasta el 75, el 60 y el 50 por ciento para los radios 1, 2 y 3 y no se puede aumentar la tasa en el radio 4) y aumentaron las alícuotas del derecho de registro e inspección a "los sectores más beneficiados económicamente": cerealeras, grandes superficies comerciales con casa matriz fuera de la ciudad y comisiones por arrendamiento y alquileres de inmuebles. Al cierre de esta edición, aún se debatía artículo por artículo de la ordenanza.

Los argumentos se alinearon en tres grandes bloques. El oficialismo (y sus socios en este proyecto) no se cansaron de justificar los aumentos en un "principio de realidad": el desfasaje entre los incrementos de costos que sufrieron los servicios prestados por la Municipalidad y el congelamiento de hasta 14 años en las tasas. El otro eje del oficialismo fue que la suba era inevitable para poder mantener la calidad de esos servicios y los índices de desarrollo social que "a nivel nacional e internacional" se le vienen reconociendo al municipio.

Desde el PJ y el PPS, las críticas apuntaron sobre todo a que no existen antecedentes en el país de un aumento de tasas de tal magnitud. Un aumento que va a contramano, además, de los esfuerzos del gobierno nacional por congelar las tarifas y contener la inflación. También sostuvieron que el gasto municipal es excesivo y que el aumento constituye un engaño a la voluntad electoral porque no se anunció antes de los últimos comicios.

El tercer eje argumental partió del bloque de Jorge Boasso y Néstor Trigueros (desde ayer Intransigencia y Renovación Partidaria), que opuso criterios de principio, de aplicación y de derecho. Boasso condenó al proyecto oficialista por confundir tasas con impuestos y equidad con presunción de equidad.

La suma de socialistas, Daniela León y el ARI fue clave para lograr la suba.