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viernes,
23 de
diciembre de
2005 |
Nuevo bochazo masivo en
la Facultad de Medicina
Sólo el 22 por ciento de los aspirantes logró sortear los exámenes para ingresar a la carrera como alumno regular
Los magros resultados alcanzados en los exámenes de ingreso a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) volvieron a poner en tela de juicio la calidad de los graduados del polimodal. De los 1.877 ingresantes que se presentaron a rendir, sólo 415 (el 22 por ciento de los aspirantes) sortearon las pruebas de anatomía, biología y química. Si bien el porcentaje de aplazos fue menor al del año pasado, el centro de estudiantes de la carrera volvió a criticar las evaluaciones, instalando una carpa en la puerta de la casa de la decana de la facultad, Raquel Chiara.
"Hay que rever en bloque el sistema educativo. No puede ser que a los trece años (edad en la que se accede al polimodal) los chicos tengan que decidir su destino, porque no están en condiciones de hacerlo", se quejó el vicedecano de la facultad, José D`Aloisio, después de repasar los resultados de las pruebas.
Los exámenes forman parte de la Instancia de Confrontación Vocacional (ICV) dispuesta para quienes desean acceder a la carrera de médico. Estos constan de tres partes (anatomía, biología y química) y se desarrollan después de algunas reuniones donde se explica en qué consiste la carrera, su plan de estudios y se reparten cuadernillos con los contenidos a evaluar. Además, para cada una de las áreas se realizan cursos de apoyo con docentes que acompañan a los ingresantes.
Unos 2.607 jóvenes se anotaron este año en la carrera de Medicina, de los cuales sólo 1.877 se presentaron a rendir. De este número, 415 sortearon la primera instancia de evaluación, mientras que el resto deberá aprobar el recuperatorio que se tomará el próximo miércoles para poder cursar el primer año de la carrera como alumno regular.
Para D`Aloisio, el fracaso en las evaluaciones se relaciona íntimamente con las falencias que presenta el sistema propuesto por la ley federal de educación. "Los contenidos en los que se basan las pruebas son textos del nivel medio. El problema es que hay algunas terminalidades del polimodal donde los alumnos no tienen química, y nosotros no podemos empezar de cero", criticó.
Otra es la versión del tema que se escuchó ayer en la puerta del edificio de Urquiza al 800, donde vive la decana de Medicina. Allí, un grupo del centro de estudiantes de la facultad montó una carpa para denunciar que detrás de las evaluaciones hay "un cupo de ingreso encubierto", según indicó la presidenta del centro, Paula Chiacchierini.
Hace una semana, los alumnos pidieron en el Consejo Directivo de la facultad la derogación de los exámenes. La votación terminó empatada y fue la decana la encargada de destrabar la paridad, pronunciándose a favor de la continuidad de las pruebas. "Todo se hizo según los estatutos", remarcó el vicedecano y tildó a los manifestantes de "carapintadas de la Universidad".
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