|
viernes,
23 de
diciembre de
2005 |
Discriminación
en las escuelas
Con esta nota quiero contestarle a la abuela de Elvio. Yo tengo una hija, de 10 años, con síndrome de Down. Yo también, como muchos padres, recorrí distintas escuelas comunes cuando llegó el momento en que Paula estuvo lista para su integración en una escuela común y su inclusión en la misma. A mí también me cerraron las puertas de casi todos los lugares que fui con distintas respuestas que más que respuestas eran excusas, comenzando con la Escuela Nº83 que es donde iban mis otros dos hijos. Pero de esta manera pude llegar a la Escuela Nº134, donde me recibieron con los brazos abiertos. Funciona allí, desde hace 15 años, el Pinned (Proyecto de Integración para Niños con Necesidades Educativas Diferentes), donde se adapta los programas a contenidos mínimos según lo requiera cada alumno. Paula acaba de pasar a 5º año y tuvo el orgullo de ser escolta de la bandera en el acto de fin del ciclo escolar. A la abuela de Elvio le digo que no hay que bajar los brazos, hay que luchar por los derechos de nuestros hijos. La ley dice que ellos deben tener un lugar en una escuela común.
Alicia Roxana Pizarro, DNI 14.081.281N. de la R.: Aquí se hace mención a la carta de María Josefina de Regules, publicada el sábado pasado, quien planteó las serias dificultades que tuvieron para encontrarle una escuela que aceptara a su nieto Elvio por su condición de niño autista. Finalmente, elogió la actitud de la escuela Normal Nº3 Mariano Moreno que lo incorporó sin ningún problema.
enviar nota por e-mail
|
|
|