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viernes,
23 de
diciembre de
2005 |
La destacada de la semana
En la Argentina se aplaude todo
¿Quién nos entienden a los argentinos? ¡Con la misma energía con que nuestros legisladores aplaudieron de pie cuando el efímero presidente Adolfo Rodríguez Saa anunció que Argentina no pagaría la deuda, hoy aplauden la infantil decisión de pagar al FMI el 100% de la deuda que tenemos con ese organismo, sin siquiera intentar obtener antes una quita que ya preanunciaban funcionarios del mismo. ¿Cuál sería la actitud más beneficiosa para la Argentina si nuestros gobernantes actuales fueran estadistas con un mínimo de neuronas encendidas? En primer lugar, utilizar los casi 10.000 millones de dólares para financiar proyectos privados para desarrollar nuestro país a través de una mayor producción. Téngase en cuenta que nuestro país exporta el 90% de su producción agropecuaria sin valor agregado (granos a granel, lanas recién esquiladas, etc.). El mejor ejemplo es Japón que no produce materia prima, las compra, las convierte en productos y luego las vende al mundo obteniendo ingresos con tanto valor agregado que ha desarrollado en su reducido territorio una potencia económica mundial. Es tan corta la visión de nuestros gobernantes que ni siquiera realizaron un estudio evaluativo de lo que convenía hacer en el caso que nos ocupa. A mi entender la explicación a tan absurda y apresurada decisión impulsada por el presidente Néstor Kirchner sería la siguiente: por un lado evitar los controles y monitoreos de los funcionarios del FMI, que son muy importantes porque los inversores Internacionales toman sus apreciaciones como referencia para decidir sus inversiones. Algo esconderá el gato debajo de la alfombra para que quiera desembarazase de todo control. Por otro lado, este anuncio impactante es otro de los acostumbrados actos demagógicos a que nos tiene acostumbrado nuestro presidente, que sólo sirve para que los "chupapresidentes" de turno se llenen la boca exaltándolo como el supremo hacedor de un esplendor y bienestar al que desgraciadamente seguimos muy lejos de alcanzar. Entonces, ¿qué estamos aplaudiendo ahora, que le pagaremos 10.000 millones a quienes menos lo necesitan y menos lo merecen, y ni siquiera pensamos como arreglar lo nuestro? Que se nos informe dónde está el chiste, así reímos y aplaudimos todos.
Carlos José De Rico
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