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 sábado, 12 de noviembre de 2005  
El remisero muerto en Santa Fe tenía un disparo en la espalda
Así lo determinó la autopsia. Sin pistas sobre los asesinos. Reclamo de los choferes

Santa Fe.- La autopsia realizada al cadáver del remisero santafesino Pablo Sañudo, cuyo cuerpo apareció la tarde del jueves en un descampado de la zona noroeste de esta capital, determinó que el joven tenía un impacto de bala en su espalda que habría sido efectuado antes de sufrir un violento golpe en el cráneo hecho con un gato hidráulico. En tanto, la policía analizaba anoche varias hipótesis en torno al crimen que desató una nueva ola de indignación entre los santafesinos y originó una impactante movilización de remiseros hasta la Casa Gris.

Si bien la marcha que luego acompañó los restos de Sañudo hasta el cementerio fue importante, el resultado preliminar de la autopsia lo fue aún más. Es que en un primer momento se supo que el chofer había sido asesinado con un golpe en la cabeza, pero ahora se constató que también recibió un balazo que le ingresó por la espalda. En ese orden, los investigadores interpretaban que el disparo fue realizado arriba del vehículo y desde el asiento trasero del Fiat Siena que conducía Pablo. Luego, fuera del auto, le habrían pegado el golpe en la cabeza que le provocó pérdida de masa encefálica.

Pablo Sañudo tenía 27 años y manejaba el auto de su suegro para la remisería Express. A las 13.45 del jueves tuvo la última comunicación por radio con la base de la empresa. Entonces dijo que salía de servicio para hacer un viaje particular. Dos horas más tarde, la policía llegó a un descampado de la zona noroeste de la ciudad, lindera al camino viejo a la ciudad de Esperanza y junto al río Salado. Allí estaba el cadáver de Pablo con su cráneo partido y sobre el lecho del río, semisumergido, el vehículo que conducía.

Las primeras versiones hablaban de una posible venganza o extorsión por cuestiones familiares pero las investigaciones posteriores parecen inclinar la balanza a otras probabilidades, entre ellas la de que Pablo hubiera sido "ajusticiado" por delincuentes a quienes habría sindicado como responsables de un asalto que sufriera recientemente.

De cualquier modo, se mantiene firme la hipótesis de que la muerte de Sañudo obedeció a cuestiones particulares y no a la inseguridad que padece la población santafesina. Es que dentro del Fiat Siena de Pablo fueron hallados su celular, la radio y otras pertenencias, elementos que cualquier ladrón se hubiese llevado.

El hallazgo del teléfono es importantes para los pesquisas ya que cuando Pablo se desconectó de la base fue porque recibió un llamado a su teléfono para contratar su viaje final. Por eso el juez de Instrucción Rubén Saurín pidió el listado de llamadas entrantes y salientes al móvil del chofer asesinado con el fin de hallar nuevas pistas en la investigación.

En otro orden, el viceministro de Gobierno, Walter Gálvez, recibió ayer a una delegación de remiseros quienes le plantearon el reclamo de que se adopten mayores medidas de seguridad para poder seguir trabajando. En ese sentido, Alejandro Aedo, titular del Sindicato de Remiseros, juzgó como positiva la reunión mantenida con el funcionario y dijo que Gálvez "asumió el compromiso de que se restablecerán los controles policiales" en las calles para los vehículos de alquiler.
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