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| sábado,
12 de
noviembre de
2005 |
Argentina lo ganaba bien pero apareció Owen
Ginebra.- Con dos goles del delantero Michael Owen, Inglaterra se impuso 3-2 a Argentina en un partido amistoso entre ambas selecciones de fútbol con vistas al Mundial 2006 en Alemania.
Owen, que no tuvo mucha participación en el juego durante gran parte del partido, anotó sus dos goles de cabeza a los 87 y 90 minutos respectivamente. El primero de los ingleses fue convertido a los 39 por el atacante Wayne Rooney.
Argentina, que se mostró más preciso en el juego que su rival europeo, estuvo dos veces arriba en el marcador con goles del atacante del Chelsea de Inglaterra, Hernán Crespo, a los 35 minutos y el zaguero del Valencia de España, Roberto Ayala, a los 54.
El partido, disputado en el estadio de Ginebra, tuvo al equipo argentino como el dominador de las acciones de la mano del mediocampista del Villarreal de España, Juan Román Riquelme.
Apoyado por la solvencia en la recuperación en el medio de Esteban Cambiasso, del Inter de Italia, y Martín Demichelis, del Bayern Múnich de Alemania, Riquelme fue el abastecedor de juego.
Sus pelotas iban a los pies de los movedizos en ataque Crespo y Carlos Tevez, y para las proyecciones en ofensiva del defensor por derecha Maximiliano Rodríguez.
En tanto Inglaterra, que dependía exclusivamente de algún pelotazo preciso del mediocampista del Real Madrid David Beckham, recibió el primer cachetazo cuando estaba recuperando la pelota en el medio y Rooney ya había exigido dos veces la intervención del arquero argentino Roberto Abbondanzieri.
Tevez, delantero del Corinthians de Brasil, envió un centro desde la derecha al corazón del área, los centrales ingleses dudaron en el despeje y Crespo, atento a la trayectoria del balón, se llevó la pelota por delante y abrió el marcador.
Pero Inglaterra, herido en su orgullo, aprovechó un error de Ayala en un pase y Rooney definió suave a un costado del arco defendido por Abbondanzieri.
El derrumbe Todo lo bueno que con inteligencia, paciencia y fútbol había conseguido Argentina en 85 minutos de juego, se derrumbó con dos distracciones que terminaron dándole la victoria a Inglaterra.
Argentina, manteniendo el orden de juego del primer tiempo, consiguió a los 54 minutos la ventaja por intermedio de Ayala, quien empujó la pelota sobre la línea después de un cabezazo de su compañero de zaga Walter Samuel, que ya había superado al arquero inglés Paul Robinson.
Con el correr de los minutos pareció que Inglaterra se abandonaba a su suerte y creó pocas situaciones de peligro en ataque, más allá de un remate de Beckham que obligó a salvar sobre la línea a Abbondanzieri y otras participaciones aisladas de Rooney y Owen.
Pero los últimos cinco minutos fueron fatales para el equipo de Pekerman que parecía encaminarse, sin mayores dificultades, a una victoria ante el clásico rival.
Faltando tres minutos para terminar el partido, Owen, en una de sus únicas apariciones con claras posibilidades para convertir, envió al gol un centro desde la derecha y repitió la acción tres minutos más tarde con otro cabezazo en el área chica ante la desconcentración de los defensores argentinos.
Inglaterra festejó gracias a su convicción y Argentina, que había hecho méritos para quedarse con la victoria, se fue con las manos vacías. (Reuters)
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Owen convierte el gol de la victoria para Inglaterra.
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