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domingo,
06 de
noviembre de
2005 |
Opinión: Que el fanatismo no esconda la mediocridad
Luis Alberto Yorlano / Especial para Ovación
Hay hinchas irracionales y racionales. Fanáticos y moderados. Violentos y pasivos. Y hay aficionados al fútbol, que en los últimos años, fueron echados de las canchas por los hinchas remunerados, que más allá de su aparente pasión y sentimiento por una camiseta, transitan los mismos pasillos que los dirigentes y los funcionarios de turno. Estos, de acuerdo a los países, adquirieron distintos nombres. Pero en cuanto a la forma de accionar son similares. Y se hicieron parte del negocio del fútbol.
Hicieron reunir a legisladores para resolver el tema a través de leyes deportivas. Han obligado a crear comité de seguridad. Y sacando provecho de estas situaciones han logrado eclipsar al juego. Las estrellas en los clásicos del país son ellos y los operativos policiales. No se dejen engañar.
Pechos fríos y sin aliento. Pingüinos y no parlante. La hinchada que no abandona. El gol de Emiliano Papa a Boca y la subasta de su camiseta. La cabeza de Maidana y el gol que valía doble. La volea de Rivarola y el adiós de Newell's de la Sudamericana. Los refuerzos inadvertidos de Román Díaz, Medina, Zapata, el "Cebolla" Giménez y el uruguayo Silva. Y como señalara Ovacion el jueves pasado, los leprosos y canallas transitan las peores campañas que se recuerdan.
Mientras tanto don Angel Zof dice que Vecchio es uno de los mejores jugadores del país. Ya dijo lo mismo cuando Vitti jugó aquel partido memorable frente a San Lorenzo y afirmó que iban a tener que pagar para verlo jugar y hasta el presidente del club dijo que costaba 30 millones de dólares.
Hoy Vitti no juega, ni tampoco hay compradores. Si todos estos fenómenos estaban en el club ¿por qué hacen beneficencia incorporando a jugadores que tapan a los que vienen luchando de abajo?. Algo está fallando, o existen acuerdos tácitos en el hoy complicado entorno futbolístico y la gran sorpresa estaría dada por la participación de algunos caracterizados hinchas en la representación de jugadores. Llama la atención, que los residentes en las tribunas detrás de los arcos, lugar a donde apuntan con sus saludos los jugadores cuando ingresan al campo de juego, se dediquen a castigar a los hinchas honestos, cuando silban o abuchean a cierto jugador, técnico o al equipo. Se vio en los últimos partidos, aplaudir a equipos que fueron un desastre, además de perder por goleada. Han pegado a hinchas que pedían la cabeza de técnicos. Algo común y actitudes viejas como el fútbol.
¿Qué está pasando? ¿Se paga protección? ¿Porqué la incorporación en la práctica semanal de tantos jóvenes en la primera división, teniendo en cuenta que se juega un clásico más que caliente y donde la experiencia tiene un gran valor?
Hoy se juega el clásico. Es un día especial para auriazules y rojinegros. Miremos que ocurre en el campo de juego. No se puede aceptar que el operativo policial y el aliento o no de las hinchadas sean los hechos más importantes. La estrella es el clásico y no debemos aceptar que los intereses de algunos hinchas rentados, escondan una vez más la mediocridad de muchos que hoy visten estas gloriosas camisetas. Que en otros tiempos no pasarían ni por la veredas de las canchas. l
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