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domingo,
06 de
noviembre de
2005 |
Al extranjero. Europa es el destino preferido de los que vuelan a otros sitios del mundo, un hábito que empieza a recuperarse
Después de la crisis, los rosarinos
volvieron a viajar hacia el exterior
Si bien cambió el perfil de los turistas, quienes pueden pagar estos itinerarios no dudan en salir de la Argentina
Pablo R. Procopio / La Capital
-Señora, ¿cómo le va?
-¿De dónde te conozco?
-De Rosario. Usted es clienta mía.
-¡Ah!, cierto, tenés razón. Qué increíble verte acá.
Este diálogo no tendría nada de curioso si no fuera porque se produjo el mes pasado en pleno crucero por el mar Egeo. Leandro (32) no podía creer que se encontraría una cara familiar durante el viaje que, junto a su padre, emprendió por Europa. Sin embargo, no sólo vio a ese rostro conocido de la ciudad. Durante todo su periplo por el Viejo Continente se topó con al menos 15 rosarinos que, tal como él, vacacionaban por Europa.
Efectivamente, hay habitantes de esta ciudad que recuperaron el hábito de viajar al exterior y cada vez lo hacen más. La crisis de 2001 había planchado esta posibilidad que ahora ratifican todas las variables.
Sin embargo, aquellos turistas nacidos con el 1 a 1 de la convertibilidad no pudieron recuperarse. Quienes durante la década del 90 salían hacia Miami igual que como lo hacían con Mar del Plata, hoy debieron volver a conformarse con las playas de La Feliz.
En cambio, fueron reemplazados por otros viajeros que contribuyeron en estos últimos meses a levantar los índices de las escapadas fuera del país: los familiares de los jóvenes que, en plena recesión, se radicaron afuera; varios empresarios y, finalmente, referentes del sector agropecuario beneficiados con el boom de las exportaciones.
Evidentemente, la recuperación económica volvió a alimentar las ganas de conocer otras latitudes, culturas y geografías más allá de que, para hacerlo, se deba multiplicar todo por tres o por cuatro debido al cambio monetario.
En este sentido, Europa sigue siendo la vedete y sus destinos, los más elegidos por los rosarinos itinerantes.
"Venimos de una época de mucha crisis", recuerda la gerenta de ventas de la firma mayorista de turismo Free Way, Flavia Bartolucci. Así, se refiere a la debacle generada tras el atentado contra las torres gemelas de New York el 11 de septiembre de 2001, situación que, en la Argentina, se acentuó después del corralito de diciembre de ese mismo año. "La gente cancelaba sus viajes", subraya Jorge Etchart desde la agencia de viajes Promar.
De todos modos, el panorama desalentador se fue revirtiendo paulatinamente hasta alcanzar una evidente mejoría a partir de 2004. Aunque el gran salto se produjo este año, cuando las salidas hacia el extranjero crecieron más de un 30 por ciento, según estiman los agentes de viajes de la ciudad.
"Si bien no disminuyó el turismo local, la gente empezó a planear sus vacaciones hacia afuera", dice Bartolucci. Inclusive, si se tienen en cuenta los precios de la costa argentina; que se perfilan caros en comparación con otros países que, además, tienen diferencias específicas: aguas cálidas y alojamiento de primer nivel con comidas y bebidas todo el día por un mismo valor.
Otra arista que no es menor es que "creció la venta de cruceros que hasta hace poco parecía casi vedada o reservada a un minúsculo grupo en todo el país", asevera el referente de Promar.
El gerente de la empresa Manuel Tienda León, Miguel Cantón, abonó estos datos que se reafirman a partir de que los traslados Rosario-Ezeiza (que hace esta compañía) crecieron ostensiblemente al punto de duplicarse respecto de la época de crisis.
No obstante, inciden varios factores como la falta de frecuencias de las aerolíneas que van a Buenos Aires y una mayor disponibilidad de la propia empresa Tienda León.
"Se nota un aumento de pasajeros hacia Ezeiza, pero la calidad es distinta. Hoy estamos llevando un mayor volumen de gente de negocios", sostiene Cantón antes de dar un dato contundente: "En julio pasado llegamos al pico de traslados que tuvimos antes del atentado a las torres". Sólo esta compañía realiza doce servicios diarios desde Rosario.
Si hubiera que marcar un perfil de los turistas que salen de Rosario y su zona de influencia, está claro que quienes ocupan la punta son los llamados chacareros. "Este año fue muy notorio", dice la representante turística de Free Way. Además, hay una marcada tendencia de quienes salen en temporada baja. "Se está viendo mucho que la gente elige cualquier época del año", agrega. Las ventas se reparten en todo el período.
Por ejemplo, en lo que respecta a la segunda mitad de 2005, Brasil fue un boom. Básicamente, a partir de agosto.
-Bartolucci, ¿qué característica tiene el rosarino que decidió volver a viajar después de la crisis?
-Creo que la estabilidad que se evidencia en la actualidad permitió al público ganar confianza y volver a invertir en vacaciones de este tipo. Con dinero en el bolsillo, la gente, además de capitalizarse y hacer negocios, se volcó a hacer realidad sus ganas de distenderse y desestresarse.
En rigor, también se vendió mucho el turismo no tradicional, como los sitios ligados a la aventura y la naturaleza, el confort, el placer y la atención personalizada.
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Fotos
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Los mostradores de las líneas aéreas volvieron a poblarse en Ezeiza.
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