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 viernes, 04 de noviembre de 2005  
Editorial:
El tren quiere volver

Es uno de los mejores medios de transporte conocidos por el hombre: económico y limpio, el tren fue una de las bases del despegue de la Nación Argentina durante el siglo diecinueve. Sin embargo, durante un período histórico de cuya negativa estela cada vez puede dudarse en menor grado -la década del noventa del siglo pasado- el país pareció olvidar cuántos beneficios había recibido del ferrocarril, que fue fundamental en la consolidación del modelo agroexportador, y virtualmente se dejó arrebatar gran parte de un patrimonio clave para su futuro.

Por fortuna esa nefasta tendencia parece estar en etapa de extinción y hoy desde el Estado se plantea el regreso de las locomotoras a las vías como un objetivo nacional prioritario. Y si bien por ahora las palabras pronunciadas parecen superar con largueza en dimensión a los hechos producidos, el retorno tras catorce meses de un servicio histórico como es el Estrella del Norte -que une a Rosario con Tucumán- en versión remozada merece todos los elogios pese a que aún las dificultades existentes impidan escribir, para dar cuenta de sus bondades, el vocablo "excelencia".

Curiosamente, ni funcionarios de la provincia ni de la Municipalidad estuvieron presentes el martes pasado en la estación Rosario Norte para dar la bienvenida al renovado convoy de pasajeros. Dos locomotoras, dos coches dormitorio, un pullman, dos coches de primera, dos para clase turista y dos furgones destinados a las encomiendas componían la formación, además del coche comedor. Trece millones de pesos fueron invertidos para dejar a nuevo los vagones.

Pero el problema básico es el estado de las vías, que tras largos años de abandono dista de ser el ideal y por ello el tren no puede desarrollar la velocidad para la que se encuentra preparado. La excesiva duración del viaje, veinte horas entre Rosario y San Miguel de Tucumán, es la indeseable consecuencia. Los ciento veinte millones de pesos que se gastarán para mejorarlas prometen ser la solución en un lapso breve.

Mientras tanto, este servicio que une a cuatro provincias -Buenos Aires, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán- ya es una realidad, y si bien no pueden caber dudas de que el trayecto se hace largo la comodidad y seguridad de que se goza en el tren pueden ser vistas como una compensación por muchos viajeros.

El tren está de vuelta y corresponde festejarlo.
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