Europa del Este niega ser una base de cárceles clandestinas de la CIA

Los gobiernos desmintieron informes de la prensa. Pero una organización de DDHH asegura que tiene pruebas

Varsovia/Budapest/Sofía. - Los gobiernos de Europa del Este desmintieron ayer informes de prensa de que la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) ha establecido cárceles clandestinas en sus países para interrogar a cautivos de Al Qaeda. La Comisión Europea, por su parte, dijo ayer que investigará sobre la veracidad de esta información, mientras que la Cruz Roja internacional pidió acceso a estas prisiones en caso de que existan. Entretanto, la organización de derechos humanos Human Right Watch aseguró tener pruebas que confirman los informes.

El diario Washington Post publicó el miércoles una información según la cual la CIA tiene prisiones secretas en varios países de Europa del Este y Asia, en las que los prisioneros -principalmente miembros de Al Qaeda- no tienen contacto con abogados ni existen controles sobre la defensa de sus derechos.

Políticos polacos y expertos en inteligencia rechazaron ayer que Polonia sea o haya sido una base de un sistema de prisiones como el descripto en la prensa estadounidense. "No sé nada sobre este asunto", dijo el recientemente nombrado Ministro del Interior, Ludwik Dorn.


Vuelos sospechosos
Sin embargo, la organización Human Rights Watch aseguró ayer en Nueva York que poseía pruebas de que la CIA había transportado a Polonia y Rumania a terroristas capturados en Afganistán. Según el principal analista militar de la organización, Mark Garlasco, la conclusión está basada en un examen de las listas de vuelos de aeronaves de la CIA del 2001 al 2004, obtenidas por el grupo.

El director del servicio de seguridad polaco competente en aquel entonces para los contactos con la CIA, Zbigniew Siemiatkowski, lo negó. "Estados Unidos nunca ha propuesto albergar terroristas", dijo. Polonia, miembro de la UE y de la Otán, es uno de los más estrechos aliados de Estados Unidos en Europa en la lucha contra el terrorismo, y fue un firme defensor de la invasión y consiguiente ocupación por parte de Estados Unidos tanto en Afganistán como en Irak.

Entretanto, el servicio secreto rumano SRI negó también la existencia de prisiones secretas de la CIA en su país y señaló que "no tiene información" acerca de instalaciones de esas características. El primer ministro rumano, Calin Popescu-Tariceanu, negó las acusaciones en una entrevista en la televisión estatal TVR.

El portavoz del gobierno húngaro, Boglar Laszlo, declaró por su parte que "Estados Unidos jamás pidió a Hungría albergar a nadie en prisiones húngaras" en relación con la lucha contra el terrorismo. "No puedo creer que nadie se tome esto en serio", dijo el secretario de Estado para la Oficina Nacional de Seguridad del gobierno, Andras Toth, en declaraciones a la agencia de noticias MTI.

El portavoz del Ministerio de Exteriores de Bulgaria, Dimitar Tsanchev, indicó: "Nunca ha habido bases extranjeras en Bulgaria, lo cual significa que tampoco hay bases de la CIA". Bulgaria, al igual que Polonia, apoya totalmente la lucha antiterrorista estadounidense tras los atentados del 11 de septiembre.

El Washington Post no identificará, a petición de funcionarios estadounidenses, a los países de Europa Oriental que supuestamente albergan estas cárceles, por miedo a que estas naciones se conviertan en objetivo de los terroristas. El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, rechazó confirmar o desmentir el informe del diario, y dijo que no puede hablar sobre asuntos de los servicios de inteligencia.