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jueves,
03 de
noviembre de
2005 |
Excarcelan al dueño de un desarmadero allanado
El dueño de un comercio de autopartes de Fisherton allanado el lunes, arrestado junto a ocho personas, fue excarcelado ayer aunque sigue vinculado a una causa judicial que busca establecer si una enorme cantidad de partes y repuestos son o no de origen lícito. Volverá a Tribunales el jueves próximo para ser indagado por el juez Jorge Eldo Juárez.
Domingo Lattuca recuperó su libertad porque está acusado de delitos excarcelables: le imputan instigación a cometer el robo de automotores y encubrimiento agravado por ánimo de lucro. Lo que buscan establecer en Tribunales es si tuvo responsabilidad en la entrega a una pareja de motociclistas, apresados el sábado pasado tras una persecución de 50 cuadras, de un manojo de llaves para que robaran autos, de lo que hay indicios solventes según fuentes del caso.
La imputación puede agravarse si las pericias informáticas arrojan pruebas más comprometedoras. De ser necesario, el juez Juárez no descarta volver a detenerlo. Esto ocurriría si su situación procesal se complica. Por lo tanto su excarcelación es una medida "preliminar".
El lunes la policía allanó un depósito de repuestos, cuyo origen calificó como dudoso, ubicado en Génova al 7600, y luego hizo lo mismo en Eva Perón y México, donde está el comercio al público de Lattuca. Los dos locales seguían ayer clausurados. Para reabrirlos el comerciante va a tener que gestionar la habilitación ante la Municipalidad.
Los peritos informáticos examinaban ayer el registro de stock almacenado en las tres computadoras secuestradas en el comercio de Lattuca. El objetivo es determinar si, conforme a la ley, allí consta la procedencia y la documentación de la compra de la mercadería disponible en los locales del comerciante.
El juez requirió a la Afip que le remita los antecedentes del comerciante, pero el organismo recaudador no había elaborado aún un informe completo. En la investigación realizada anteriormente por ese organismo contra Lattuca sólo se había supervisado el local comercial, pero no el depósito de calle Génova.
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