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jueves,
03 de
noviembre de
2005 |
Leprosos y canallas llegan al partido del domingo con rendimientos bajos y preocupantes
Antecedentes que presagian un clásico envuelto en temores
El cóctel no deja muchos elementos para pensar en un clásico de alto vuelo. Las rachas de Newell's y Central prácticamente auguran para el domingo un desarrollo mucho más vinculado a los temores y a las precauciones que a la osadía y la predisposición para salir a arriesgar en pos de un resultado positivo.
Está claro que un empate de esos que se ven venir desde la primera mitad del tiempo inicial, sería el cierre de una mitad de año patética. Tan negativo como apoyado en los antecedentes de un torneo que los muestra como dos de los equipos más permeables del Apertura.
Newell's transita la peor campaña de los últimos 16 torneos. Central hacía 43 años que no recibía 11 goles en Arroyito en cuatro partidos consecutivos.
Lapidario. Con pocas esperanzas. Es que los recursos parecen agotados y si a ellos se les suma todo lo que ponen en juego los cuerpos técnicos y los jugadores en 90 minutos, la expectativa por un clásico de jerarquía parece nula.
Con estos antecedentes inmediatos, el partido amenaza con repetir el resultado que más veces se dio en la historia de los enfrentamientos entre ambos, el empate, que se dio muchas más veces que los triunfos de uno u otro bando.
Lo cierto y lo concreto es que esta vez el clásico llega muy devaluado y las chances de ver un gran partido, que cautive a los espectadores desde la cancha, parecen más bien remotas, aunque en el fútbol nunca se sabe.
Es apenas un anticipo poco alentador, pero también un dato inapelable de la realidad. Cualquiera de los hinchas que concurrirá al Coloso el domingo podría decir que no existen motivos para suponer un clásico con alma de clásico.
Por suerte, existen todavía algunos resabios de aquella calificación de el arte de lo improvisto para aferrarse a la ilusión de ver a dos equipos a la altura de su historia deportiva. En este caso no corresponde pedirles que estén a la altura de las circunstancias porque sería una forma de conformismo que es casi una marca registrada en el mayor movimiento futbolero que puede ofrecer esta ciudad.
Inmersos en malas campañas, atribulados por los temores, Newell's y Central desandan el camino hacia otro clásico precedidos por una estadística poco alentadora.
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