Cumbre de las Américas

En Mar del Plata comenzó la Cumbre de las Américas. Un acontecimiento que debería ser un orgullo para nosotros que se desarrolle con el brillo que su importancia merece, se ha transformado en una batalla campal por culpa de una minoría de perejiles resentidos por su mediocridad, que vienen actuando hace años como grupos de choque callejero. Algunos de los cuales están colaborando con el gobierno y otros integran varios partidos políticos que siempre se han dedicado a destruir en vez de construir. Por un lado, el presidente Kirchner prepara un gran despliegue policial para la ocasión, tratando de demostrar que habrá seguridad para los jefes de Estado que nos visitarán y por el otro, con el doble discurso que lo caracteriza, permite acciones políticas contrarias a la Cumbre, que seguramente terminarán en actos violentos. Estos violentos que son lo anti-todo están en contra de uno de los presidentes que asistirán, de George W. Bush. Cuando todos pueden ver que los ciudadanos de Estados Unidos gozan de un nivel de vida envidiable, país a donde todos quieren irse a vivir. Entonces, ¿de qué se quejan? Sin embargo, lo que la mayoría del pueblo argentino desearía es que se declare persona no grata al presidente cubano, Fidel Castro, si se decidiera a asistir o a cualquier emisario suyo, como también al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, por su autoritarismo y la pérdida de libertades de todo tipo que está sufriendo su país. Sabemos además que Venezuela es aliado de Irán, país que está involucrado en actos de terrorismo como los efectuados contra la comunidad judía en nuestro país. ¿Acaso Argentina se está inclinando hacia ese destino al demostrar una amistad manifiesta con aquellos que el resto del mundo desarrollado repudia?

Susana Cabal

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