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miércoles,
07 de
septiembre de
2005 |
La hinchada apoyó
Los peores temores quedaron de lado. No hubo reproches de la hinchada rojinegra hacia el plantel tras la dolorosa eliminación en la Copa Sudamericana a manos de Central, sino todo lo contrario. Apenas algunos plateístas se la tomaron con el técnico Juvenal Olmos pero tampoco fue para tanto. El título del Apertura 2004 evidentemente sigue teniendo efecto.
Pintaba para un partido con muy poco público pero la mayoría llegó sobre la hora y el marco, si bien no fue multitudinario, fue importante teniendo en cuenta que el equipo venía de pálidas y que se jugaba en un día laborable a la tarde.
El "no pasa nada, no pasa nada, a Newell's lo queremos en las buenas y en las malas" que se escuchó en la salida del equipo fue todo un síntoma de que la cosa no venía pesada. El aliento fue el de siempre y, pese al dolor por el empate final, los jugadores fueron despedidos bien, aunque no tanto Olmos. Igual, para el plantel fue mucho mejor de lo temido.
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