Año CXXXVIII Nº 48864
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Escenario
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Salud


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 04/09
Mujer 04/09
Economía 04/09
Señales 04/09
Educación 03/09
Salud 31/08
Estilo 02/07

contacto

servicios
Institucional

 miércoles, 07 de septiembre de 2005  
Editorial:
La inflación golpea donde más duele

En el marco de la general recuperación que vive la economía nacional, preocupa que sean los grupos de ingresos bajos quienes estén sufriendo las consecuencias de uno de los problemas coadyuvantes más graves que suelen presentar las reactivaciones: la inflación. Es que a pesar de que el mes de agosto pasado registró la suba más leve en los últimos diez meses del temido índice, el 0,4 por ciento, los precios de los alimentos exhibieron un incremento que supera casi cuatro veces el promedio, el 1,4 por ciento.

El gobierno es plenamente consciente de las dramáticas dificultades que crea la situación: sucede que un punto porcentual representa, en este caso, familias que se hunden cada vez más en la pobreza y no pueden acceder a lo básico. Es por eso que, pese a la verificable mejoría en el terreno macroeconómico, sus frutos aún distan de estar repartidos del modo que corresponde.

Los rubros que impulsaron el descenso fueron indumentaria y turismo, merced a la lógica caída estacional: liquidaciones de ropa y temporada baja se coaligaron respectivamente para que así sucediera. La contrapartida que quita el sueño al gobierno fue el aumento del 1,5 por ciento en la Canasta Básica Alimentaria (CBA), la misma que se utiliza para fijar el umbral de la indigencia.

Ayer el propio presidente de la Nación responsabilizó del fenómeno a un sector específico, los supermercadistas, a quienes demandó que no abusen del bolsillo de la gente. Pero más allá de las justificadas exhortaciones del jefe del Estado -siempre realizadas en tono encendido-, lo que tanta crispación pone en evidencia es el fracaso de las políticas destinadas a poner freno a las subas.

El subsecretario de Programación Económica, Sebastián Katz, definió con precisión el núcleo del problema: "Tenemos que compatibilizar las buenas perspectivas que tiene el sector alimentario gracias a la exportación con las necesidades de los argentinos, quienes justamente consumen esos bienes vendibles al exterior", dijo el funcionario, demostrando que la falla no está en la emisión del diagnóstico sino en la receta aplicada.

Si no se encuentra con celeridad una solución, se estaría produciendo una cruel paradoja: que se cumplan las mejores previsiones en torno de la inflación para este año, pero que éstas no se reflejen en el bolsillo de la gente. Es hora de cambiar de rumbo.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados