Las FFAA relanzan el complejo militar-industrial

Interesan a pymes locales para proveerlas. Representa un nicho que suma 600 millones de pesos

Con un presupuesto global de 600 millones de pesos para insumos y equipos, algo más que seductor para atraer a la industria y firmas de servicios de capitales nacionales, las Fuerzas Armadas argentinas desembarcaron en Rosario para promocionar su búsqueda de proveedores entre el empresariado local.

El comodoro José María Prieto, en el marco de la recorrida por distintas provincias para la difusión de la 4ª Exposición y 6º Simposio de Investigación y Producción para la Defensa (Sinprode) que se realizará del 5 al 10 de octubre en Buenos Aires, presentó ayer frente a empresarios locales en la Asociación Empresaria los sectores productivos en que están interesados: software, textil, biomedicina, metalmecánica y alimentos, entre otros.

Varios de los empresarios que participaron del encuentro señalaron después de finalizada la presentación que existían "interesantes" posibilidades para vender sus productos a las Fuerzas Armadas.

Entre ellos, además de los empresarios relacionados con la seguridad privada, estuvo el sector metalmecánico que en el pasado fue proveedor, como es el caso de una firma local que vendió los tanques de combustible para los Mirages o el de una empresa de Sunchales que abastece el agua para los equipos.

Los militares dijeron que estaban abiertos a escuchar propuestas para "la generación de proyectos comunes" con el sector empresario y expusieron algunos ejemplos acerca de los borradores sobre los que están avanzando para desarrollar en el corto y mediano plazo.

Además del caso histórico del complejo militar estadounidense en el desarrollo de nuevas tecnologías que terminan siendo utilizadas por la sociedad civil y que, en el fondo, también esconden subsidios cruzados al sector privado, Prieto puso el ejemplo de España que, gracias a la conformación de un equipo público-privado, generó que el país sea parte del consorcio europeo Airbus para la fabricación de aviones.

El presupuesto actual de las Fuerzas Armadas en su conjunto ronda los 4.000 millones de pesos al año, de los cuales aproximadamente el 15% (600 millones de pesos) está destinado a insumos y equipos. El resto fundamentalmente cubre salarios aunque también hay pasivos de la fuerza.

La participación de proveedores locales había caído la década pasada a niveles casi irrisorios. A modo de caso testigo, cuando la Argentina envió en 1998 un batallón y un hospital a Kosovo, el 90% de los insumos eran importados.


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Pero, la ley 24.248 sancionada en el 2000 apuntó, entre otras cuestiones, a ponerle coto a esta situación. Prieto reconoció que en algunos equipos e insumos "existen barreras tecnológicas" para las empresas locales, pero es justamente por eso que pretenden incentivar desarrollos regionales de software y biomedicina.

Desde entonces, por ejemplo, la base logística en la Antártida pasó de tener un 80% de los componentes importados a aproximadamente el 40%. Pero, al igual que en otros casos, medida monetariamente, la participación de los insumos y equipos importados es mucho mayor.

Para profundizar esta política de desarrollo de proveedores nacionales, el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas viene realizando en los últimos años una exposición anual y un simposio destinado a que los empresarios conozcan las fuentes alternativas de crédito y los caminos para iniciar su experiencia en las licitaciones del Estado o buscar el desarrollo de un proyecto con las Fuerzas Armadas.