Año CXXXVIII Nº 48845
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Educación


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 14/08
Mujer 14/08
Economía 14/08
Señales 14/08
Educación 13/08
Estilo 02/07

contacto

servicios
Institucional

 sábado, 20 de agosto de 2005  
Se casaron para adoptar, pero se divorciaron antes
La Justicia porteña concedió el divorcio ante el arrepentimiento del marido, que dejó el hogar

La Justicia de la ciudad de Buenos Aires concedió el divorcio a una pareja que, tras una larga convivencia, decidió casarse para adoptar un hijo, pero a los tres meses el hombre se arrepintió y, denunciando presiones de su esposa, se fue de su casa. La Cámara Civil concedió el divorcio por "culpa exclusiva del marido", pese a que el hombre había argumentado que entre ambos existía "una relación psicopática" y que "el matrimonio era nulo por vicios en su consentimiento, ya que se casó presionado por amenazas de suicidio" de la mujer.

Los protagonistas de la historia, cuyos nombres se mantienen en reserva, convivieron varios años, durante los que realizaron "por problemas de fertilidad, cinco inseminaciones con resultado negativo y un intento de fertilización asistida cancelado por baja respuesta ovárica al ciclo de estimulación". Al comprobar que no podrían tener hijos, decidieron adoptar y para mejorar sus posibilidades resolvieron casarse, pero el matrimonio legal sólo duró tres meses porque el hombre se arrepintió de esa decisión.

La convivencia se hizo insostenible, hasta que el hombre "se dio cuenta de que debía poner fin inmediatamente a la relación, que comprometía la salud física y mental de los involucrados, por lo que se fue sin retirar sus pertenencias para evitar situaciones de mayor violencia, no obstante lo cual sigue viviendo una situación de acoso permanente". El marido, médico de profesión, dijo que su esposa, psiquiatra, había "manipulado su voluntad aprovechándose de su soledad y falta de contención familiar", señala el fallo.

La Sala J de la Cámara Civil estableció que "no caben dudas acerca de que el accionado colaboró durante cuatro años para concretar la llegada de un hijo, y aceptó casarse para encontrarse en condiciones legales de poder aspirar a una adopción conjunta". Pero descartó que su posterior arrepentimiento hubiera configurado la causal de "injurias graves" para culparlo por el divorcio.

"No parece que pueda considerarse injuria grave la negativa a adoptar un hijo. Si efectivamente el demandado comprendió que no se encontraba en condiciones de afrontar la paternidad adoptiva, parece más razonable y responsable negarse a hacerla que aceptarlo sin estar dispuesto a ello, evitando de este modo causar daño a ambos y, fundamentalmente, al niño", dijeron, por mayoría, las juezas Zulema Wilde y Marta del Rosario Mattera.

Una tercera jueza, Ana Brilla de Serrat, consideró que la negativa a la adopción constituía también una causal de divorcio imputable al marido. Independientemente de ese criterio, la Justicia igualmente atribuyó la "culpa exclusiva" del marido, por la causal de "abandono del hogar".

Las juezas, en este punto en decisión unánime, consideraron que no se había demostrado "la violencia física y verbal" que denunció el hombre, "por lo que no puede valorarse para excusar la decisión de retirarse del domicilio". Así, dictaron "el divorcio por culpa exclusiva del marido por la causal de abandono". (DyN)
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados