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sábado,
20 de
agosto de
2005 |
La capacidad de reírse de los dramas cotidianos
El humorista Cacho Buenaventura se presenta en el Astengo
El humorista cordobés Cacho Buenaventura presenta una única función de su espectáculo "Show 2005", hoy, a las 21.30, en el teatro Fundación Astengo, Mitre 754. El actor llega con una puesta que tiene como eje el humor basado en la cotidianidad, apoyado por un complemento técnico que incluye proyecciones de video que se proyectarán en tres pantallas, audio iluminación y pistas con música.
Según adelantó Buenaventura a La Capital, el show tiene el sello del humor cordobés, cuyas características señaló: "Tiene frescura, espontaneidad, sorpresa; tiene chiste y narración, con muchos comentarios, con los que el cuento se alarga, lo que hace que se divida en tres o cuatro cuentos más".
Entre las canciones que interpretará se cuentan temas de inspiración folclórica y otros románticos. "Son composiciones para festejar el hecho de estar vivo, a esta altura del año y en esta parte del mundo", explicó Buenaventura. En ese sentido dijo que los temas son una compensación "para las señoras porque también hay algunas verdades que les decimos en la cara cuando cometen exceso de amor", bromeó.
Buenaventura definió su estilo de humor como "muy cotidiano", y su objetivo en escena contrarrestar los efectos nocivos de la realidad: "Todo es muy cotidiano, hablando en broma de esas cosas que a veces permitimos que nos agoten y nos maten. Mi propuesta es que nos riamos en defensa propia y de nosotros mismos, porque no me gusta y sería una torpeza hacerlo de otros".
De acuerdo a Buenaventura, una singularidad de su trabajo es que puede disfrutarlo y entenderlo personas de todas las edades. "Vienen desde adolescentes y hasta abuelos. Son dos horas en las cuales el actor propone "dejar de lado las diferencias o en su defecto compartir las diferencias de opiniones".
Buenaventura lleva treinta años haciendo humor, por lo cual tuvo que adaptar su estilo a algunos códigos de las nuevas generaciones. "Los chicos y adolescentes van a escuchar sobre todo lo que oyeron del padre y se encuentran con esas cosas, pero yo tuve que asumir el compromiso de renovarme para estar a la altura de los chicos".
También explicó que en sus espectáculos está en juego la complicidad que se genera con el público, algo que sin embargo no excede el límite de la predisposición que demuestre el espectador: "La gente también es protagonista porque se identifica con lo que digo cuando hablo de mi hijo, de mi nieto de mi vida cotidiana, y podemos llegar a compartir los mismos excesos y las mismas preocupaciones, pero nunca haría subir al escenario a nadie para ponerlo en ridículo y reírme a costa suya".
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