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sábado,
13 de
agosto de
2005 |
Un caso similar y las mismas víctimas
El 28 de abril de 2003, un grupo comando de al menos seis hombres se alzó con un cargamento de medicamentos y artículos de perfumería que trasladaban dos utilitarios y fue valuado en 33 mil pesos. Igual que ayer, los vehículos habían salido del depósito de la droguería Kellerhoff y, casualmente, uno de ellos era conducido por Carlos Alberto Prinzen, el mismo chofer asaltado en esta ocasión.
Aquella vez todo se dio a partir de las 4 de la mañana. Los dos vehículos cargados salieron escoltados por un auto con dos guardias. Al llegar a Alvear y Santa Fe el coche de custodia fue detenido por el semáforo y la ocasión fue aprovechada por dos delincuentes que bajaron de un utilitario rojo y se subieron al rodado bajo amenazas. Tras ello, el convoy llegó hasta el kilómetro 0 de la autopista a Santa Fe.
En ese lugar reapareció el utilitario rojo que cortó el paso del convoy. El auto con los guardias retornó a Rosario y los hombres fueron abandonados en la esquina de La Paz y San Nicolás. En tanto, los choferes fueron reducidos y obligados a entrar a las cajas cargadas de las camionetas. Entonces empezó un periplo que incluyó la parada en un galpón donde descargaron la mercadería. Tras varias horas de permanecer cautivos, los choferes fueron dejados sanos y salvos detrás del frigorífico Sugarosa de Villa Gobernador Gálvez.
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