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sábado,
13 de
agosto de
2005 |
Cobra fuerza el juicio político
Brasilia. - La expresión "juicio político" volvió ayer al vocabulario del Congreso brasileño, después de que el principal estratega de la campaña presidencial de Luiz Inacio Lula da Silva, el publicista Duda Mendonca, admitiera haber recibido parte de su pago a través de fondos ilegales enviados desde el exterior. La revelación, hecha en una declaración espontánea de Mendonca ante el Congreso que terminó en los últimos minutos del jueves, amplió la dimensión del escándalo del manejo ilegal de fondos por parte del PT de Lula, quien se ve crecientemente abandonado por sus aliados. "Sería paradójico si el hombre que ayudó a elegir a Lula se convirtiera en el hombre que llevó a su destitución", comentó la analista política Tereza Cruvinel, del diario O Globo.
La posibilidad de abrir un "impeachment" (impedimento o destitución) de Lula, que en las últimas semanas era descartada por la oposición, volvió a ser admitida por el senador socialdemócrata Alvaro Días, quien sostuvo que esa hipótesis "tiene que ser discutida". Sin embargo, el principal exponente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, se revela reacio a esa medida, y orientó a sus correligionarios a manejar ese tema "con pinzas". La posición de Cardoso fue sintetizada por el senador socialdemócrata Tasso Jereissati, después de hablar por teléfono con el ex presidente. "Necesitamos evaluar correctamente la naturaleza jurídica de esos delitos antes de proponer una solución política. Necesitamos evaluar con serenidad todas las consecuencias", advirtió Jereissati.
Otro líder opositor, el senador José Agripino Maia, del Partido del Frente Liberal (PFL), dejó claro que no considera que haya aún elementos para proponer un juicio político a Lula. "Esta es una situación delicadísima y no debemos precipitarnos. Hay cuestiones jurídicas y políticas a ser examinadas y hay también el riesgo de división en la sociedad", enfatizó.
Legiladores mal vistos
Los integrantes de los principales partidos de oposición programan para el lunes próximo una reunión para decidir los próximos pasos ante el escándalo político que, desde el jueves, ya contamina también el mercado financiero brasileño, haciendo desplomarse la Bolsa de Valores de San Pablo y dispararse la cotización del dólar. Según una encuesta del Instituto Datafolha divulgada hoy, sin embargo, una iniciativa opositora para destituir al presidente no tendría respaldo popular ya que la mayoría de los brasileños tiene una mala imagen del desempeño de los legisladores. (DPA)
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