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sábado,
13 de
agosto de
2005 |
Chababo: "Hay un importante déficit sobre cómo transmitir los derechos humanos"
El director del Museo de la Memoria destaca a la escuela como espacio de reflexión
"Derechos humanos: una construcción permanente. El desafío de enseñar". Tal es el título de las IIIJornadas de Formación Docente que tendrán lugar el viernes y sábado próximos en Rosario. Y no es casual la denominación. Según explica el director del Museo de la Memoria de la Municipalidad de Rosario, Rubén Chababo, "hay un importante déficit en el sistema educativo respecto de cómo abordar los derechos humanos y el terrorismo de Estado en las aulas; de allí la responsabilidad de educar".
A diferencia de cursos esporádicos, las jornadas que se realizan en común con la Escuela de Ciencias de la Educación de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario se proponen tener continuidad en el tiempo y perdurar como espacio de discusión y formación docente. "Ese es uno de los objetivos -destaca Chababo-, por eso tratamos de traer diferentes expositores, que puedan abordar distintas problemáticas, pero siempre sobre el eje de los derechos humanos, del terrorismo de Estado, sobre todo para discutir cómo transmitirlo a las nuevas generaciones, porque allí está el gran desafío".
Igual, el director del museo de avenida del Valle y Callao reconoce que se trata de "una problemática compleja, donde hay diferentes miradas, sin pleno consenso". Entre esas perspectivas subsiste, 25 años después de regresada la democracia, un discurso que recorre el imaginario colectivo que cierra puertas a la discusión, aquel que se sostiene con frases como "no hay que volver al pasado" o "es un tema olvidado". Por el contrario, para Rubén Chababo, la idea es fortalecer la memoria y el respeto a los derechos humanos.
-¿Por qué un alumno debe aprender sobre estos temas en la escuela?
-Porque la escuela es una polea transmisora fundamental. Es el lugar donde se forman las nuevas generaciones. Y nosotros necesitamos crear un país que valore la democracia, la ciudadanía, la dignidad humana. Este es entonces un tema que no se puede obviar. Así como en la educación alemana no se puede olvidar la guerra y qué fueron los campos de exterminio, de la misma manera en el caso argentino y latinoamericano se debe trabajar sobre la creación de conciencia y de respeto hacia la democracia (porque no es algo que cae del cielo), y esa conciencia debe ser conservada, lo cual es una tarea de la escuela. Es necesario fortalecer esos valores, y eso se hace recordando que hubo momentos en que fueron vulnerados.
-Igual, no todos los profesores toman de la misma manera el desafío.
-Es verdad, es una temática en la que muchos no quieren meterse, no quieren problematizar, ni profundizar, porque requiere, como en todo, formarse. Quizás para otros temas están los libros de historia, pero en este caso implica además un desafío: decidir si quiero o no transmitir esta temática. Y eso demanda, además de un compromiso personal, una posición ideológica. Nadie se pregunta si debe transmitir o no la epopeya sanmartiniana, ya está establecida, consolidada; en cambio en este tema la discusión subsiste. Por eso es muy importante que a la hora de transmitir el docente tenga una idea clara, también que se trata de un tema atravesado por cuestiones muy complejas como lo son la desaparición de personas, los campos de concentración, la vulneración de los derechos humanos en la dictadura, todo lo cual no es sencillo de abordar. Pero, más allá de las posiciones encontradas respecto de la historia reciente, hay cuestiones que son indiscutibles: el valor de la democracia, de la dignidad humana.
En la provincia de Santa Fe la enseñanza de los derechos humanos es obligatoria (Ley nº 10.178 del año 88). Sin embargo, y tal como ocurre con la educación sexual, no siempre se cumple o si se cumple depende de las posibilidades de cada uno, casi de manera voluntaria. Con esta visión coincide María Fabiana Elcarte, la responsable del Departamento de Educación del Museo de la Memoria.
Su contacto diario con los profesores y maestras le permite asegurar que si bien hay suficiente información sobre los derechos humanos, el problema mayor es "cómo sistematizarla y llegar con ella a los alumnos". También advierte Mariana Fabiana Elcarte que las trabas a la hora de enseñar están en la formación de los docentes, en la misma institución escolar o en los propios padres.
De inmediato recuerda que los derechos humanos bien se pueden trabajar en las escuelas con los más chicos, poniendo el acento en los valores. Por eso, en las jornadas los objetivos apuntan -indica María Fabiana- a "trabajar los derechos humanos, no como una idea cerrada sino abierta, que siempre se puede ir construyendo".
M. I.
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Rubén Chababo: "Necesitamos crear un país que valore la democracia".
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