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sábado,
13 de
agosto de
2005 |
Polémica
sin fin
Con desagrado leí la carta de Roberto Scott, intendente de la localidad de Venado Tuerto, en la cual intenta responder una anterior del Marcelo Dotti, quien presuntamente es culpable de una infracción de tránsito. No conozco al señor Dotti, pero por este intermedio le hago llegar mi solidaridad y respeto por su valentía. Un sistema perverso lo ha rotulado como infractor. Así lo tilda Scott, con argumentaciones que tienen la misma sustancia que podría tener el caldo hecho con la pechuga de una gallina famélica. El señor Scott no sabe, o no quiere saber, que estos ingenios electrónicos (los radares de velocidad) no gozan de ninguna confianza. Si el señor Dotti tiene afinidad y simpatía por el subsecretario de Transportes provincial, como con poca sutil ironía menciona Scott ya que suspendió los radares, es que éstos fueron, son y serán cuestionados. ¿Y por qué los colocan? En mi opinión esto tiene un tufillo que no me agrada. Scott se defiende de la expresión "intendentes inescrupulosos" con el peor método. Agravia al señor Dotti tildándolo de infractor y de no pagar su deuda. Entiendo que el señor Dotti no tiene todavía sentencia firme y recursos legales a su disposición. Agraviarlo es de mal gusto y por cierto está pasado de moda. Si alguien está ansioso por recaudar le sugiero que se busque una buena reposera, se siente en medio de la paz de los maizales y espere. Y por último, señor Scott, no pierda tiempo buscando mis antecedentes. Nunca se me hizo ningún acta de infracción en casi cuarenta años, en ningún pueblo por causa de radares o lo que fuere...
Armando Hugo Ponsetti, LE 6.012.790
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