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sábado,
30 de
julio de
2005 |
Contaminación. Casi mil estudiantes y numerosos vecinos sufrieron irritaciones en los ojos y trastornos respiratorios
Evacuan a alumnos de dos escuelas
por una emanación industrial
El característico olor que produce una papelera de Capitán Bermúdez tornó el aire casi irrespirable
Marcelo Abram / La Capital
Capitán Bermúdez.- Casi un millar de alumnos de dos escuelas de esta ciudad fueron evacuados ayer en forma preventiva, y numerosos vecinos debieron abandonar sus casas debido al intenso olor y a las molestias que padecieron a causa de emanaciones industriales, aunque los efectos ya habían comenzado a sentirse desde la noche anterior en distintos puntos de la ciudad.
Se trata de la Escuela Pública Nº 6.381 y el Colegio Nuestra Señora de los Milagros, ubicados en barrio Celulosa, cuyos alumnos abandonaron las aulas ante la presencia de un fuerte y desagradable olor que en principio fue atribuido a un nuevo proceso de elaboración de pasta de papel.
En el colegio privado, prácticamente lindero a la empresa Celulosa Argentina, varios alumnos sufrieron algún tipo de trastornos y tuvieron que recibir atención médica, aunque sin consecuencias preocupantes. Si bien el olor con que los habitantes de Bermúdez están acostumbrados a convivir había subido en intensidad en los últimos días, la noche del jueves fue "la más insoportable", según contaron a este diario algunos vecinos. Es por eso que a los pocos minutos de haber comenzado las clases, personal de la Secretaría de Salud municipal y de la Guardia Urbana se presentaron en la "escuela de monjas" para chequear la situación.
A ese establecimiento escolar concurren 1.300 alumnos distribuidos en dos turnos, y al momento del desalojo había algo más de la mitad. Si bien las clases comenzaron normalmente, con el correr de los minutos varios alumnos empezaron a mostrar molestias en sus ojos y en las vías aéreas superiores, por lo que las autoridades escolares requirieron la asistencia de los servicios de emergencia.
A partir de allí se decidió la evacuación de la escuela en la que sólo quedó el personal y cuatro alumnos al cuidado de los médicos hasta que se repusieron y se fueron a sus hogares. "A las nueve de la mañana el olor era insoportable", señaló la hermana María del Carmen Romera, directora de la escuela, y agregó que "los primeros síntomas los tuvieron personas mayores y después hubo un chico del polimodal que empezó con nauseas, por eso llamamos al servicio de emergencias".
"Los médicos nos dijeron que esto podía ser producto del aire enrarecido, por eso cuando se atendieron más chicos decidimos desafectarlos de sus obligaciones y no dar clases por la tarde", explicó la religiosa. Por su parte la directora del ciclo polimodal, Mirta Pillud, quien llegó al establecimiento cuando lo estaban evacuando, comentó que "la doctora dijo que los chicos estaban asustados pero que no tenían nada grave".
Según la docente, personal de Recursos Humanos de Celulosa aseguró que la salud de los chicos no corría peligro. "Dicen que este olor es consecuencia de un nuevo proceso en la cocción de la pasta, pero esas son explicaciones técnicas en las que nosotros no nos podemos meter".
Al tomar conocimiento de esta situación y de algo similar en la escuela 6.381, donde más de 200 alumnos se retiraron a sus casas, las autoridades municipales dieron aviso a la Secretaria de Medio Ambiente provincial, y dispusieron de un operativo sanitario de emergencia en nosocomios locales que, según el secretario de Salud Manuel Smerling "no fue necesario utilizar". El funcionario explicó que los síntomas son parecidos a los efectos de los gases lacrimógenos, con irritación en los ojos y en las vías respiratorias.
En cuanto a las empresas, Smerling sostuvo que "si bien hasta el momento nadie asumió la responsabilidad, pero el olor es el clásico que produce Celulosa. Nosotros avisamos a Medio Ambiente que mandó funcionarios enseguida ya que desde ese organismo se ha fijado un programa de saneamiento para la empresa que hoy utiliza un mecánica que está cuestionada".
Si bien a media mañana el fuerte olor ya se había disipado, la bronca generalizada se hizo escuchar en varios mensajes de la ciudadanía a través de las radios locales. Una de las emisoras tuvo que transmitir con las puertas del estudio abiertas para que se renovara el aire.
Adriana Bauduco, madre de un chico que concurre al colegio privado, señaló que vive muy cerca de la escuela y de Celulosa. "La noche anterior me levanté dos veces a revisar las llaves de gas porque creía que estaban perdiendo, dado el olor insoportable. Mi marido se fue a trabajar con los ojos irritados por lo que tuvimos que soportar. Cuando mi hijo vino de la escuela me contó que varios compañeritos se habían descompuesto, creo que nos tenemos que movilizar para que se cambie esta situación que ya no se soporta".
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Fotos
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En el colegio Nuestra Señora de los Milagros suspendieron las clases.
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