|
sábado,
30 de
julio de
2005 |
En el lugar
justo y en el
momento más
indicado
Hermes Binner estuvo en el lugar justo y en el momento indicado. En el mismo momento en que Carlos Menem anunció su renuncia a participar del ballottage, el entonces intendente se encontraba reunido con Néstor Kirchner en la Casa de Santa Cruz, ámbito al que concurrió para darle aval al sureño en la segunda vuelta. Desde ese momento, la relación con el hoy jefe del Estado se hizo más sólida, algo que revuelve los estómagos peronistas y lleva hasta el clímax las lucubraciones periodísticas.
En ese sentido, Binner, al igual que Miguel Lifschitz, muestra sorpresa por el trato que le dispensa el presidente, que puede ilustrarse en un episodio que transformó a Rosario en la sede del Congreso de la Lengua Española.
"Presidente, este evento corre peligro. Hay un lobby muy fuerte para que no se haga en la ciudad", le comentó. "¿Qué necesitás?", le preguntó Kirchner. "Que salga el decreto", pidió el socialista. El mandatario se dio vuelta, llamó a Alberto Fernández y le ordenó que preparara lo que Binner pedía. A las pocas horas, todo estaba resuelto.
-Se lo nota más tranquilo, más reposado. ¿Va a mantener este estilo toda la campaña o volverá el discurso embravecido del 2003?
-(Se ríe). ¿Sabe qué pasa? En las elecciones a gobernador del 2003 sucedieron unos episodios que no le hacen bien a la democracia. Por ejemplo, modificar la ley de lemas para que las alianzas no presenten sublemas; la supersábana, etc. Y todo por la conveniencia de un partido. Pero, bueno, eso es parte del pasado. La mayor irregularidad la cometió la Corte Suprema de la provincia, que nos quitó la posibilidad de presentar los diez sublemas como coalición y se los otorgó al Partido Socialista.
-Su relación con Reutemann quedó dañada no solamente desde lo político sino también desde lo personal.
-Yo le tengo mucho respeto al senador Reutemann, tenemos visiones políticas diferentes, pero esto no le quita el respeto que me genera.
-Para terminar con una cuestión que no deja de dar vueltas en los mentideros políticos: ¿Kirchner le ofreció ser ministro de Salud?
-No.
-¿Y si se lo ofrece después de octubre?
-Hay un excelente ministro, ¿no?
enviar nota por e-mail
|
|
|