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sábado,
30 de
julio de
2005 |
Descargas de
50.000 voltios
en vez de balas
Londres. - Una descarga paralizante en vez de disparar a matar. De esta forma, los especialistas antiterroristas pusieron fuera de juego al presunto terrorista Yasin Hassan Omar, de 24 años, al detenerlo en Birmingham con una pistola de descargas eléctricas. En su búsqueda de los autores de los recientes atentados en Londres, la policía mató a balazos al brasileño Jean Charles Menezes, quien era inocente. Por ello, el cuerpo policial se convirtió en blanco de duras críticas. Pero es cuestionable que la línea dura de Scotland Yard, que permite utilizar armas de fuego contra posibles terroristas suicidas, se haya suavizado. Lo que parece más probable es que el empleo de armas paralizantes, técnica que se aplica desde hace pocos años en Gran Bretaña, se une ahora también en la lucha contra los terroristas.
Desde 2003, los policías británicos pueden utilizar la llamada pistola Taser en la persecución de criminales. Con descargas de 50.000 voltios, pone fuera de combate a atacantes o, como ahora, a sospechoso de terrorismo. Con estas armas se disparan pequeñas agujas con pequeños anzuelos que recorren una distancia de hasta siete metros. Están unidos a la pistola con alambres conductores de energía y son capaces de atravesar la ropa de hasta dos centímetros de grosor.
"Menos mortales"
Organizaciones de defensa de los derechos humanos han expresado sin embargo en varias ocasiones su preocupación por estas armas, importadas de EEUU, y que en la jerga policial se conocen como "menos mortales". Según las informaciones, en EEUU han muerto unas 100 personas por su empleo. Sin embargo, la empresa estadounidense que las produce hace publicidad de ellas con el eslogan "salva vidas a diario".
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